Mientras la gira de U.D.O. da sus últimos coletazo en Barcelona y Zaragoza, Sorgintxo estuvo disfrutando del show de los teutones en Pamplona junto a Sister Sin y Garagedays.

Esta es la crónica de la noche.

 

 

Lo teníamos claro antes incluso de montarnos en el coche, la noche iba a ser épica, y así fue, de pocos conciertos he salido tan satisfecha a nivel de todo... pero empecemos por el principio…

Hacía semanas, por no decir meses, que teníamos marcada el día sábado 11 de abril de 2015 en el calendario. El germano, afincado en las islas baleares, Udo Dirkschneider y su banda, con recientes cambios en la formación, ya que han entrado a formar parte de la misma su hijo Sven al bombo y el teclista Harrison Young (que ya ha actuado junto a Doro), nos visitaban en Pamplona y no podíamos perder la oportunidad de verles en acción. En esta ocasión se han hecho acompañar de los austriacos Garagedays y de los nórdicos Sister Sin para completar sin duda una noche redonda de Heavy Metal.

La sala Tótem es una de las mejores salas en cuanto a sonido que conozco del Norte de España y ayer no fue una excepción.

Garagedays empezaban puntuales a las 21:00. Su setlist constó 40 minutos escasos, en los que aprovecharon para presentar su segundo LP, “Passion of Dirt”, ante una escasa parroquia que completaba algo menos de media entrada, canciones plagadas de riffs metálicos y una gran compenetración entre los miembros de la banda con movimientos estudiados. Así nos hicieron calentar los motores a los allí presentes… aunque como calentamiento no estuvo mal... no consiguieron enganchar al personal y el público apenas interactuaba con ellos y estaba más pendiente de otros menesteres que del show en sí y solo unos pocos en la parte delantera se fundían con la banda al 100%.

Y si los del Tirol habían sido puntuales, no menos puntuales fueron los suecos, Sister Sin. Incluso un minuto antes de que diesen las 22:00 en nuestros relojes saltaban al escenario Liv Jagrell y los suyos. La noche iba cogiendo un color Heavy Metal intenso y los de Gothenburg no tardaron en meterse en el bolsillo al público, que iba creciendo en número por momentos, a pesar de que excepto Liv, que desde el segundo uno mostró un derroche de energía sin parar un solo momento en el escenario, al resto de los músicos les costó un poquito entrar en calor y mostrarnos lo que eran capaces de hacer. Clásicos como “Outrage”, “Better than Them” o “Heading for Hell” de su aclamado (y para mí, su mejor trabajo) “True Sound of the Underground” se mezclaban con piezas de su última grabación “Black Lotus”, de la cual pudimos escuchar “Food of Worms”, “Chaos Royale” o “Dessert Queen”. “Fight Song”, “One Out of Ten” y “Hearts of Cold” completaban el setlist de 40 minutos que habían preparado; para este momento todos ya estábamos a tope y no podíamos esperar más para recibir a U.D.O, el ex vocalista de Accept, que se hizo esperar una media hora escasa que fue lo que tardaron en cambiar el escenario. Durante ese tiempo aprovechamos para hidratar nuestros sudorosos cuerpos y cenar algo, ya que lo que nos esperaba era digno de estar al 100% y no pensar en nada más que lo que teníamos al frente.

Pasados unos minutos de las 23:00, caía el telón y descubríamos un escenario con el clásico decorado al que nos tiene acostumbrados la banda germana. Así comenzaban a sonar los primeros acordes de “Speeder”, canción con la que también abren su último trabajo “Decadent”. A este primer tema le siguieron unos cuantos más de dicho disco repartidos a lo largo de las 2 horas pasadas que duró la descarga, y en la que no podían faltar clásicos tanto de U.D.O en solitario como de su etapa en Accept.

El titán alemán disfruta con lo que hace y se siente, todos los integrantes destilaban concentración absoluta en lo que estaban haciendo, pero también se les notaba lo bien que lo estaban pasando encima de las tablas, y esa comunión entre ellos nos la transmitieron a los congregados en la sala Villabesa que no dudábamos en corear “U.D.O, U.D.O” o agitar nuestras cabezas a ritmo de canciones como “Decadent”, “Untochable” o “Black Window”. También hubo tiempo para ponernos tiernos hacia la mitad del show, con “Tears of a Clown” y “Secrets in Paradise”, en las que incluso Kasperi y Andrey nos dieron una exhibición de lo que son capaces de hacer con dos guitarras acústicas. Y para el final dejaban los clásicos, se les notaba sudorosos y exhaustos al igual que nosotros pero el fin de fiesta fue impresionante pues la sala al completo nos volcamos en corear los aclamados “Princess of the Dawn” o “Balls to the Wall” con la que definitivamente se despedían de nosotros.

Hasta la próxima U.D.O. ¡¡¡sois geniales!!!

 

Crónica y fotos: Sorgintxo