El pasado mes de junio el mítico grupo Muro visitó la sala Bóveda de Barcelona, acompañado del combo local Suspiria. Una noche que nosotros no quisimos perdernos.

¡Esta es nuestra crónica de la velada!

 

 

Hacía meses que no iba a ningún concierto. Pero al fin llegó el día en que todo cambió. El día 13 de junio de 2015, gracias al equipo de TheDrinkTim, pude cumplir mi sueño de colaborar por primera vez como crítico musical y satisfacer esa necesidad mía de ver metal en directo y a su vez valorarlo para que otros conozcan cómo fue la experiencia y las bandas que tocaron.

Y así fue, a las 20:00 de la tarde ya estaba yo en la sala Bóveda de Barcelona en la apertura de puertas para ver a dos muy buenas bandas de heavy metal nacional que seguro conocéis si domináis el género, y si no ya estáis tardando en apuntar sus nombres. Hablo de Suspiria, rockeros de pura sangre procedentes de Cornellá de Llobregat desde 2012, y de Muro, ¿quién no conoce ya a estos eternos heavies madrileños old school que llevan dando guerra en el escenario desde la década de los 80? Pero esta vez con un ligero cambio que hizo delicias en la noche: su nueva formación con una cantante femenina (Rosa Pérez), con la que se estrenó sin dejar palabra en la ciudad condal desde su última actuación en el Ripollet Rock Festival de 2010 a la voz de Silverio Solorzano “Silver”, en el que asistí y me dejó muy buen sabor de boca.

Era momento de verles pero no antes sin pasar por sus teloneros, unos cracks que a pesar de demostrar tablas y una actitud de hierro con su compañerismo y sus buenas vibraciones no consiguieron calentar el ambiente. Desde luego el horario no acompañaba, comenzando estos a tocar sobre las 20:30 y acabando sobre las 21:30; y el público solo ocupaba dos líneas delante del escenario, formado por familias, niños con cuernos y gente adulta con camisetas de la banda. Parecía más bien una actuación entre amigos que otra cosa, pero una actuación divertida, entretenida y bien hecha.

En primer lugar, los integrantes de Suspiria: Ferriz (bajo y voz), Franco Calderaro (guitarra rítmica y coros), Guille Martínez (guitarra solista) y Eric Martínez (Batería) supieron sobreponerse a los imprevistos que acontecieron en aspectos técnicos como control de sonido y afinación. Y en segundo lugar, supieron utilizar correctamente los juegos de luces, el humo y la puesta en escena en un espacio tan reducido, cañera y alocada como no podía ser de otra manera.

Entre sus temas se mezclaban géneros tanto del heavy, como del hard-rock como del blues, los cuales se daban a conocer en un setlist que marcaba una fuerte alternación entre canciones duras y canciones suaves para destensar subidón de energía. Destacaría Cría cuervos, Miedo, Silencio a solas, Arhibalid y Soy del Rock’Roll como las más llamativas y las que más movimiento y grito generaron.

Por lo que respecta al material y lo que pude conseguir por si os interesa conocerlo, Franco utilizó un amplificador Marshall AFD 100 y una Les Paul Slash Signature; Ferriz, un Hartke LH500 y bajo Ibanez; Guille, un Marshall DSL 100 y una Les Paul Standar Limited edition Epiphone; Y Eric utilizó la batería de Muro, un Kit doble bombo Sonor.

 

Suspiria acabó su función con un bonito gesto, los puños cerrados bien arriba y Ferriz regalando su sombrero al público lanzándolo bien alto para que caiga en manos afortunadas. Y como no, deseando lo mejor para todos, una vuelta próxima al ataque y la presentación de la banda cabeza cartel de la noche que muchos estaban esperando. Estaba que no me lo podía creer, justo al retirarse Suspiria y con un retraso de 15 minutos, a eso de las 21:50, la sala empezó a llenarse de fans ansiosos por ver a los madrileños debido a la gran expectación que generaban. No cabía ni un alfiler en la sala. Estaba a rebosar, tanto, que incluso llovía alguna que otra ostia por conseguir un buen puesto para hacer fotografías. Numerosos periodistas me lo demostraron, hecho que no me puso nada fácil desempeñar mi labor, pero nada, con paciencia se llega a todos lados.

 

Muro estuvo sensacional, apoteósico con una actuación de 10 en la que nos deleito más de hora y media sin contar repetición de canciones por petición del público, hasta las 23:30 aproximadamente, donde no faltaron las poses, los cantos unánimes a la libertad, la temática épica y guerrera propia del power metal, los mejores singles desde el primer LP publicado en 1986 (Acero y sangre), y cómo no la mano cornuta. Como decía antes, una de las grandes sorpresas fue la entrada en escena de Rosa López al son de sus compañeros Julio Rico "Julito" (bajo), José Manuel Navarro "Largo" (guitarra), Ramón Ruiz "Lapi" (batería). Un miembro de banda sabe que cualquier cambio que se produzca en ella puede ser tomado a buenas o a malas por sus seguidores, fieles y fans. En el caso de Muro, Rosa sonó tan bien junto a los demás, se fusionó y se comunicó tan bien con su gente y su grupo que lo único que recibió fue aprobación, sonrisas, aplausos y aceptación en el gremio metalero. Aun no puedo dejar de olvidar cuando cantó Acero y Sangre, al compás de esa batería potente y esas guitarras fieras que parecían ametralladoras fusilándote de arriba abajo. Se me pone la piel de gallina, y mira que no soy muy asiduo en escuchar este tipo de género pero es que la energía que desprendía y esa fuerza en el animado ambiente me invitaban a no dejar ese lugar hasta que acabará rendido en el suelo. Algo inexplicable, aunque reconozco que a partir del decimoquinto tema ya se me empezaba a hacer todo un poco monótono y repetitivo pero valía la pena seguir escuchando por saber con qué nos iban a sorprender en el siguiente hit.

 

Por lo que respecta al material usado encontramos como decía un kit doble bombo Sonor para el batería Ramón; una Jackson RR1 y amplificador Marshall JCM 800 para José Manuel; un Musicman y amplificador Aguilar para Julio; Y el equipo de voces propia de la sala para Rosa.

Esa noche fue una gran noche, y no puedo sentirme más orgulloso al decir que tenemos unas bandas de heavy metal nacional que valen mucho, con un gran nivel y talento profesional. Un talento que les permite estar a la altura de las circunstancias dentro del panorama musical y que a nosotros nos brinda la oportunidad de seguir escuchando esa música heavy clásica propia de sus orígenes sin que el paso del tiempo la deteriore, pudiendo conservarla tal y como fue, con todo lo que representó. Una inmortalización de aquellos tiempos que siempre podremos recuperar escuchándoles.

 

Setlist de Suspiria
1.    Intro
2.    Cría cuervos
3.    Nostalgia
4.    Miedo
5.    Perdido
6.    Silencio a solas
7.    Intro Franco + Berseker
8.    Cortina de mentiras
9.    Arhibalid
10.    Sueños rotos
11.    Soy del Rock’n Roll

 

Setlist de Muro
1.  El cuarto jinete
2. Epílogo
3. Traidor
4. Juicio final
5. Mata
6. La voz
7. Amos en la oscuridad
8. Maldición de Kor
9. Mirada asesina
10. Honorable
11. Acero y sangre
12. Juega fuerte
13. Solo en la oscuridad
14. Telón de acero
15. Otra batalla
16. Fast as a shark
17. Ciclón

Crónica por Cristian Cumplido