Mediados de agosto en Asturies, ¿qué mejor plan que arrimarse a La Braña (El Franco) para disfrutar de Medina Azahara y Mägo de Oz? Eso fue lo que pensó nuestro redactor NachoGS, quien hoy nos presenta la crónica y fotos de la noche.

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El sábado 15 de agosto, dentro de la programación de las fiestas patronales de La Braña, tuvo lugar la actuación de Medina Azahara y Mägo de Oz. Convirtiéndose por un día, este pequeño pueblo asturiano, en el epicentro mundial de las fiestas de prao rockeras.

Los primeros en subirse al escenario fueron los cordobeses Medina Azahara, con sus treinta y cinco años de carrera a las espaldas siguen ofreciendo directos llenos de energía, sacando nuevos discos y recientemente un libro, la biografía oficial de la banda que lleva por título “De Córdoba al mundo“ y que podía encontrarse en el puesto de “merchan“ de la banda.

Comenzaron con el clásico “Necesito respirar”, pero pronto sonaron en La Braña “Aprendimos a vivir“ y “Juegos a media luz“, ambos de su último Lp “Las puertas del cielo“.
Por supuesto que en el repertorio no faltaron clásicos como “Tierra de la libertad“, “Velocidad“, el tema homenaje a su tierra “Córdoba“, “OUA” donde Manuel Martínez hizo cantar a todo el mundo y así un largo etcétera.

Tampoco podía faltar en esta actuación el recuerdo para Triana, con “Abre la puerta“, otro de los máximos exponentes del rock andaluz a los que Medina siempre tienen muy presentes en sus directos.

Ya hace tres años de la incorporación de Juan Cobacho al bajo y Nacho Santiago a la batería, y más de diez de la entrada del teclista Manuel Ibánez, por lo que la formación actual está totalmente asentada y eso se refleja en los directos. Por su parte Manuel Martínez da la impresión de tener cuerda para rato al igual que la guitarra de Paco Ventura.

En la recta final atacaron las imprescindibles “Necesito respirar“, “A toda esa gente” y “Todo tiene su fin“, con toda la gente cantando al unísono, abuelos, nietos, grandes pequeños y medianos, es lo que tienen las fiestas de prao.
Una vez más pudimos constatar que Medina Azahara nunca fallan en directo, “paz amor y mucha, mucha libertad“.

A continuación llegaba el turno de los esperados Mägo de Oz, otros que ya llevan más de veinte años sobre las tablas y que comenzaban a subir por la escalerilla lateral del escenario pasadas ya las dos de la madrugada.
Aparecía Txus a la cabeza, seguido por toda la tropa: Zeta, Frank, Moha, Fernando Mainer, Josema, Javi Díez, Patricia Tapia y Manuel Seoane de Burning Kingdom, que sustituía en La Braña la lesionada muñeca de Carlitos.

En esta ocasión la puesta en escena fue de lo más sobria, ya que los Mägo no hicieron el gran montaje escénico de Ilussia y en La Braña se limitaron a cumplir el trámite, eso sí, con un prao lleno de gente que disfrutó igualmente de lo lindo.
Arrancaron los Mägo con dos temas de “Ilussia“, “Pensatorium“ y “Melodian“ , para a continuación rescatar “Satania“ con un sonido ya más asentado y con Zeta mostrándose bastante seguro sobre el escenario.

En “Abracadabra” Patricia Tapia dejó el segundo plano, para inundar el escenario con su energía y cantar mano a mano con Zeta, lo cierto es que Patricia realizó una gran labor durante toda la noche, apoyando a Zeta y derrochando energía.
También hubo momentos de calma como cuando sonó “El cantar de la Luna oscura”, por su parte Carlitos parece ser que se saltó la prescripción médica, ya que se subió al escenario y estuvo tocando durante buena parte del concierto, solos incluidos.

Por supuesto Txus también tuvo su momento cuando se hizo dueño del escenario, para cantar “La viuda de O’Brain”, el tema más vacilón de Ilussia.
Para la recta final se guardaron “La costa del silencio“ y como no podía ser de otro modo, la aclamada “Fiesta pagana“, con la que hicieron cantar y bailar a todo el mundo, poniendo así el punto final a la fiesta a eso de las cuatro de la madrugada o hasta que el cuerpo aguante.

Lo que yo te diga, además de con las orquestas, la gente también puede disfrutar de las fiestas de su pueblo, en armonía, cantando y bailando con grupos de rock duro, como así ocurrió en la pequeña población asturiana.

Crónica y fotos: NachoGS