El pasado lunes día 21 de septiembre la gira de la banda finlandesa Grave Pleasures hizo un alto en la Ciudad Condal, acompañada del grupo local ✝✝✝. Un evento que nuestra redactora Xell no se quiso perder.

A continuación os dejamos su crónica y fotos de la noche.

 

Para muchos de nosotros un lunes significa el retorno a la rutina, la vuelta al mundo laboral y a las obligaciones. Este pasado lunes no fue una excepción, pero al menos tuvo un final feliz y el largo día tuvo su recompensa en forma de un concierto de los que más no gustan: cercano y rebosando calidad. Era la primera vez que Grave Pleasures, la banda que nació de las cenizas que dejaron Beastmilk, pisaban suelo catalán y si bien nos esperábamos algo más de afluencia, al final todo resultó para bien y la sala estaba medianamente llena reinando con buen ambiente.

Para abrir la velada nos encontramos con una banda que quizás a priori no parecía encajar en la temática de la noche, pero sin duda tenían su propia seña de identidad y las ideas muy claras. Cruz, cruz, cruz o Tres Cruces, son un dueto de la ciudad condal orientado al neo folk y con letras que dejan marca propia. Para muestra, un botón: “veintitrés leones dorados custodian nuestro templo, dos mil soldados muertos en la catedral, ciento once mártires se postran ante el pedestal y nunca jamás nunca lo podré olvidar”. Fueron unos 45 minutos de performance digna del propio movimiento vanguardista y pudo gustar más o menos, pero sin duda complieron su cometido: el público les prestaba atención, crearon inquietudes en sus mentes y nos atrevemos a decir que más de uno salió con los versos del dueto grabadas en su memoria. Otra cosa no podremos decir, pero no pasaron desapercibidos. Una pena que no todo el mundo tuviese la paciencia necesaria para ver su actuación al completo y optase por tomar el aire y/o fumar fuera de la sala.

Con la Rocksound ya bien caldeada, el quinteto liderado por Mat McNerney salió a tomar Barcelona bajo su control. ¡Y vaya si lo hicieron! Desde el primer momento la conexión entre la banda y los asistentes fue al 100% y totalmente compenetrada. Y es que hay que decir a favor de la sala que, pese a su pequeño tamaño, sin duda es una de las que mejor sabe captar la esencia del underground, del ir a un concierto a darlo todo y acabar tan contento que arrasas con el pequeño stand de merch. Grave Pleasures acaban de publicar su álbum debut Dreamcrash y su setlist estuvo plagado de temas de dicho redondo, empezando con “Utopian Scream” y “Taste the Void”. Estos temas quizás son algo menos pegadizos que el disco debut de Beastmilk, el cual fue un cd lleno de hits de lo más bailables, pero sin duda este álbum se presenta más maduro y conciso, destacando especialmente la labor de Uno a la batería. El que fuera batería de los lamentablemente desaparecidos In Solitude ha resultado ser una brillante incorporación. Se puede decir que la banda finalmente está tocando con un batería de verdad y eso se ha notado a la hora de trabajar en el estudio pero sobre todo cuando toca defender la música en directo. El sueco es uno de los mejores baterías que hay en el panorama musical actual y quién diga lo contrario que consulte con un especialista.

Para el tercer tema, “You Are Now Under Our Control” todos estábamos con una sonrisa de oreja y oreja bailando al son de la voz de Mat y de los riff hipnóticos de Linnea Olsson. La sueca desenvolvió a la perfección su papel como guitarrista principal y es otro de los motivos por los que podemos reafirmar lo siguiente: Grave Pleasures funcionan en directo mejor de lo que lo hicieron los propios Beastmilk. No hay que entrar en el detalle de que te guste más un estilo u otro, simplemente la atmósfera que desprenden es distinta. Y en nuestro caso preferimos esta última. O al menos a nosotros nos complace más una banda que toca feliz encima del escenario que no otra que parece que lo hace por compromiso.

El resto de hits tales como “Nuclear Winter”, “Genocidal Crush” o “Death Reflect Us” fueron desfilando entre las nuevas odas “New Hip Moon”, “Crying Wolves” o “Futureshock”, entre otras. Para cuando nos brindaban “Love in a Cold World”, el sudor se había adueñado de nosotros y nuestras gargantas nos empezaban a decir que mañana íbamos a sufrir de una ligera afonía. Nosotros hicimos caso omiso a las advertencias de nuestro cuerpo y seguimos cantando a pulmón limpio ante un final que parecía inminente. Mat nos indicó que, como no tenían un lugar mejor al que ir, nos brindaban un par de temas más “Crooked Vein” y otro de los temas estrella de la banda, “The Wind Blows Through Their Skulls”.

Pocos lunes dejan tan buen sabor de boca como el de este pasado del día 21. Solo nos resta dar la más sincera enhorabuena a Grave Pleasures por tamaño espectáculo y por supuesto a los que asistieron a la velada, pues si bien fuimos menos de los esperados, el ambiente no pudo estar más a pedir de boca. ¡Que no tarden mucho en volver!

Crónica y fotos: Xell