Barcelona, 28 de febrero. Esa era la fecha de presentación de "Golpea Otra Vez" de Döria. Un show que abrieron Blaze Out, quienes aprovecharon la ocasión para presentar "Headshot". Ante tal perspectiva nuestros redactores Fernando Acero e Ireth no dudaron en asistir y hoy nos traen la crónica con las fotos de la velada.

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Días de frío intenso está pasando la ciudad condal desde hace varias semanas. El pasado viernes 28 de febrero no fue una excepción. A las puertas de la sala Music Hall, los seguidores de Blaze Out y en su mayoría los de Döria se agolpaban como pingüinos a la espera de una tardía apertura de puertas que empezaba a enervar a los asistentes.

Así pues, cerca de las 20:30, con media hora de retraso, el recinto dio paso a las impacientes aves, sedientas de una velada repleta de metal, abierta cerca de las 21:00 por los locales Blaze Out. Presentando su primer trabajo de estudio Headshot – producido por los estudios L'Atlàntida de Barcelona –, los barceloneses entraron con gran estruendo al escenario en una introducción orquestal épica que no tardó en encender a un público muy entregado, que superaba el centenar de asistentes. Antes de que acabase dicha introducción, Rafa Weber, batería del conjunto, dio la señal de entrada a un poderoso “Shining”, haciendo estallar al instante a los ahí presentes. El impresionante recital de los catalanes a base de un heavy thrash a la moderna resulta demoledor y extasiante; su energía sobre las tablas consigue arrancar una buena sonrisa, y personalmente, me hizo recordar el auténtico significado de morir sobre un escenario por tal de ofrecer un espectáculo en mayúsculas, tal y como refleja el entusiasmo de Gerard Rigau y Carles Comas, así como el virtuosismo notable de Víctor Català.

La entrega de sus fans, quienes cantaban con gran entusiasmo temas como “Six Strings’ Crime”, “Behind The Bullet” o “Red Silence”, que bien no siendo la gran innovación en cuanto a composiciones, sí que cuentan con un frescor y un desenfado que sólo logran las bandas mejor cohesionadas. No quedándose solamente en los temas de Headshot, los catalanes introdujeron en su setlist un acertadísimo medley que combinaba temas clásicos de Iron Maiden y Metallica, contando con temas como “The Four Horsemen”, “Hallowed Be Thy Name”, “Sad But True” o “Aces High”. Su actuación llegaba a su fin con un tremendo “Sins”, que se apagaba entre el unánime aplauso de la sala mientras caía el telón sobre el escenario, aún sin haberse despedido del público. Si bien hubo algún puntual error de sonido por parte de la banda – dado que, todo sea dicho, la sonoridad de Music Hall es con certeza una de las mejores de la provincia catalana –, podríamos afirmar que la actuación de este joven conjunto fue excelente, y la calidad de sus shows promete ir en aumento con el paso del tiempo. Sin duda, una de las grandes apuestas de la escena barcelonesa.

A partir de las 21:45 se empezó con el montaje de Döria tras el rojo terciopelo que encerraba con gran misterio su escenografía. Fue hacia las 22:00 cuando arrancó su poderoso show con su nuevo tema “Aún Recuerdo”, single de su nuevo álbum Golpea Otra Vez. La pose de Marti Dòria y compañía sobre el escenario demostraba muchísima seguridad y confianza, sorprendente cuanto menos conociendo la brevedad de su trayectoria discográfica hasta el momento, lo que ni de lejos les ha impedido contar con una fiel legión de seguidores entregados a cada uno de sus temas, lo cual quedó muy claro desde el principio de su actuación.

Sí que es cierto que de entrada me chocó algo el desasosiego de la guitarrista Laura Moral sobre el escenario, que parecía como si los primeros temas no fuesen por ella; fue más bien con el transcurso de los temas cuando su aletargada actitud se fue esfumando mostrando su faceta más genuina sobre las tablas. Salvando este hecho puntual, la puesta en escena de Döria convenció y venció; carisma y seguridad son dos factores de los que pueden presumir fácilmente los catalanes, dado lo claro que lo tienen sobre el escenario; y no hay más que echar un vistazo a sus fans en los conciertos, quienes enloquecen ante temas como su ya clásico “Pensavientos”, el bello “Desdibujando Sueños”  o su romántico “Buscando En El Cielo”.

Su actuación llegaba a su punto culminante, tras haber pasado por temas como “Sigo Aquí” o “Como Uno Más”, presentado con mucho énfasis por el líder de Döria, en la presentación de su tema “La Soga”, en el que el guitarra Víctor Vázquez pidió a los asistentes que grabasen con sus móviles la actuación y lo enviasen al correo de la banda para realizar el nuevo vídeo de la banda, con la pretensión de presentar algo novedoso más allá del clásico videoclip.

Fueron finalmente los temas “Bajo La Nieve” y un eufórico “Caperucita Feroz” – con el que no pude evitar acordarme de aquel tema de la Orquesta Mondragón – los que clausuraron la fantástica velada que nos brindaron dos de los nombres más prometedores del metal catalán, no sin antes anunciar al ganador de la guitarra Epiphone que se sorteaba con la compra de la entrada del concierto. Los hay con suerte. Yo me conformo con mucho menos: con tan sólo asistir a semejante concierto siento como si me hubiese tocado la lotería.

Crónica:  Fernando Acero
Fotos: Ireth