Dentro de su gira de presentación de "Morir en el Bien. Vivir en el Mal", los madrileños Saratoga han pasado por Bilbao durante el último fin de semana para dejar su sello.

¿Quieres saber cómo fue el concierto? No te pierdas estas líneas y fotos de Mikel DLM.

 

 

La apertura de puertas fue sobre las 21:00, cumpliendo los horarios establecidos, y la sala Stage Live ya se iba calentando. Había ganas de heavy metal, pero en este país el heavy cada vez llena menos salas pues esta rondaba el 60% de su capacidad.

Con la zona del escenario abarrotada de fans ansiosos de ver al cuarteto, se apagaron las luces y comienzó a salir el humo, todas las miradas se dirigían al mismo sitio, tras cerca de media hora de espera iban a salir.

Por los altavoces comenzaba a sonar la intro, apareció Dani que a golpe de bombo amenizó los primeros instantes de la noche. Comenzaron a tocar "Perseguido", tema con el que arrancaron y primero de su último trabajo.
Tete se sintió en su salsa, arropada la banda desde el primer segundo por el público, se movió de un lado a otro del escenario. Tras la presentación fue hora de retroceder en el tiempo, "Ángel de Barro" fue la segunda de la noche, seguida por "Tras Las Rejas" de su álbum "Agotarás".

Tocó el momento de relajarse, rompiendo la caña que estaban dando comenzaron a picarse Tete y Jero, uno cantaba unas notas y el otro le imitaba con la guitarra, tras un rato de piques, comenzaba a sonar "Maldito Corazón", momento en que la sala volvió a venirse arriba, seguida por "Volverá".Durante ambas canciones Tete se apoyó en el público para cantarlas, permitiendo a uno de los fans situados en primera fila ser él mismo el cantante de la banda durante unas estrofas.

Continuaron canciones como "No Sufriré Jamás por Tí" y vuelta al nuevo disco con "Mi Venganza". Otro paroncito más, esta vez el turno fue para Niko mientras tocaba al bajo la canción del libro de la selva, instantes después llegó la presentación de "Morir en el Bien. Vivir en el Mal"; nombre del disco, de la gira y del tema que tocaba.

Al poco aprovechó para recordar a los asistentes que la sala va a cumplir 25 años el año que viene y que una de las cosas que más les cuesta es realizar un setlist donde estén todos los temas que los fans esperan escuchar esa noche."Vientos de Guerra" sonó y el mar de cuernos era nuevamente visible.

No tardó en llegar el siguiente parón, durante unos minutos Dani se marcó un solo de batería bastante respetable, interactuando con el público. Cuando reaparecieron en escena al completo, tocaron las presentaciones, uno a uno los diferentes miembros de la banda.

Tras recordar a lo que venían, tocaron "Heavy Metal" seguida por "A Morir".

Ya estaba caliente el ambiente, tocaba relajarse un poco. La banda no solo tiene canciones con riffs rápidos, el lado sensible también tiene su hueco. Con la aparición de la guitarra acústica, y Tete sentado en un taburete, la gente se reblandecía, tocaron parte de "En Tu Cuerpo", "Lejos de Tí" y "Si Amaneciera", que muchos estaban esperando. Esta última la tocaron entera. Al acabar Jero se dio un baño de masas al tocar unos minisolos a la acústica para recibir las ovaciones del público.

Tras condenar la violencia machista, comenzaron a tocar "El Vals de La Rosa" seguida por "Resurreción". La banda desapareció de las tablas, el final de la noche se empezaba a acercar, pero todavía era pronto, faltaba material por tocar, ¿o no lo tocarían?

Pasados unos minutos retornaron y desvelaron el nombre de la siguiente de la noche: "Como el Viento". Pusieron la guinda final con "Maldito Corazón", canción que alargaron ligeramente para dejar claro que se iban, que era el final de la noche.

A grito de "Beste Bat" (Una más), realizaron el saludo final, tras el cual comenzaron a recoger y encendieron luces.

Cerca de hora y media de concierto cargado de heavy metal y con una buena puesta en escena. Los músicos, salvo Dani, se iban intercambiando las posiciones, todos tuvimos la oportunidad de ver a cada uno de ellos en cada parte del escenario.

¿Volvería a un concierto de ellos? Sin dudarlo.

 

Crónica y fotos: Mikel DLM