El pasado sábado Tálesien presentaba su último disco en Madrid junto a Ignis Ánima y obviamente nosotros no nos lo quisimos perder. Hasta allí se fue nonamed, quien hoy nos presenta la crónica de la noche.

¿Quieres saber cómo fue?

 

 

El concierto que he vivido este fin de semana fue muy especial porque a pesar de seguir a Tálesien desde casi el inicio, nunca los había visto en directo y las expectativas eran muy altas. Pero no quiero empezar por el final.

A las 21:30, en una ya más que familiar sala Silikona en Madrid comenzaban los locales Ignis Anima, un grupo joven con dos discos en el mercado, que hacen power metal melódico en español. El grupo, que fue de menos a más, derrocha actitud por los cuatro costados y una conexión con el público envidiable, pero los temas que defienden no están a la altura, en especial por sus letras. E insisto en esa actitud, ya que su vocalista Izzy participó en un pogo con el público y su bajista y guitarra rítmico bajaron del escenario a tocar. A esto hay que añadir los problemas que tuvieron con los acoples y una batería muy monótona durante todas las canciones. No podemos dejar de hablar del violín de Merche que aporta cierta dulzura y mucha armonía a los temas.

Repasaron sus dos discos y por supuesto, como en todo grupo de rock que se tercie, no faltan los temas dedicados a los fans (“Hermanos de sangre” y “Alma en llamas”), el amor a la música (“No es sólo música”) ni a los bares y la fiesta (“Bebercio”) ni tampoco los más épicos como “Arde el Valhalla” o “Tempus Fugit”.

Después del cambio, y casi sin darnos cuenta, la mitad de ese público que estaba viendo a Ignis Anima había desaparecido, por lo que únicamente una treintena de personas quedamos para disfrutar de Tálesien (esta vez no buscaremos excusas). Y eso ocurrió a partir de las 23:00 con “Noa” la intro que abre su último disco “Tálesien” y que llevaban pregrabada, pero que habría sido muy interesante haber podido escuchar la guitarra acústica en directo. Javi, su cantante, es una persona con mucha técnica vocal, que si bien no destaca por una voz poderosa, sí por una seriedad y un perfeccionismo propio de los más grandes. Nano su guitarra solista y Anxo el batería son dos músicos que, como el grupo entero, merece mucho más reconocimiento del que tienen, ya que desbordan calidad.

La única pega que pongo al concierto, además de la ausencia de la guitarra acústica, es que fue un concierto demasiado corto y se centraron demasiado en su último disco, con temas como “Neftalí”, “Mártires”, la enigmática “Sexta extinción” o la personal “Insomnio”. Y es que, el que para mí fue el mejor momento de la noche, fue cuando sonó “Arriesgándome” de su anterior disco “El Silencio”, un tema donde el teclado de Íñigo y la voz de Javi consiguen transportarte a un sentimiento de melancolía sobrecogedor. Para el final dejaron el tema “TheBlindCarpenter” que daba título a su primer disco.

Uno después de conciertos como este, se va pensando en lo bien que se lo ha pasado y en lo que ha disfrutado con tan poco y a la vez con tanto. Así que, por favor, que siga sonando.

 

Crónica y fotos: Nonamed.