El pasado lunes El Drogas se presentó en Madrid con su R&B Band, concretamentente en el Nuevo Teatro Alcalá de la capital. Y hasta allí enviamos nosotros a nonamed, quien hoy nos relata lo acontecido.

¡No os perdáis esta crónica!

 

 

Esta historia comienza con el anuncio de El Drogas de una nueva gira por teatros. Con el nombre de El Drogas R&B Band el grupo tocaría repertorio de Barricada, Txarrena y el propio El Drogas. Y estas cosas no se pueden ignorar.

El lugar escogido en Madrid fue el Nuevo Teatro Alcalá. Y si hay una diferencia entre los shows en teatro y en garito es el sonido. Y sobre este tema no creo que haya nada que explicar. ¿El día? Un lunes. Y quizás esta fue la causa de que el teatro no se llenara. O quizás la causa es la misma de siempre: cualquier otra. O quizás esto no sean causas y sean excusas. El caso es que ver la sala con poco más de la mitad de capacidad me dio cierta lástima. Y no por El Drogas como banda, sino por todos esos que se iban a perder semejante espectáculo.

 

¿Y qué nos encontramos a eso de las 21:05 en el escenario? Pues a un abuelo moderno, en un escenario que simula los bares bluseros estadounidenses, que dirige como nadie a su grupo. Un grupo demostró durante todo el show, que no sólo son músicos, sino que son amigos. Llenos de compenetración y gestos de afecto. Y este abuelo, que dirige como nadie a su grupo, está más en forma que nunca. Me encanta ver a Enrique Villarreal moviéndose por todo el teatro (incluso por el exterior del mismo) con esa elegancia, sin dejar a nadie indiferente, y sobre todo adquiriendo el protagonismo justo. Y es que, a pesar de que él es el líder de la banda, todos los músicos tuvieron su momento de gloria. Desde los solos de saxo y trompeta de Koki y Javier Blázquez hasta las voces y bailes de Selva y Patricia o el piano de Germán San Martín. Y por si alguno se había quedado rezagado, ya se encargan todos de que en “Otros Tragos” tomen la delantera. Y es que aquí el que se esconde para no salir en la foto, lo hace inútilmente.

 

“Empujo Pahí”, “Con tu Presencia”, “Libros Prestados”, “Demasiado Tonto en la Corteza”, “Animal Caliente”, “Qué No Me Silbes”, “Las Paredes del Pozo” o “Cordones de Mimbre” son sólo un ejemplo de los temas elegidos. Temas que como ya he dicho sonaron a la perfección. El único problema es que, al menos yo, no entendía a El Drogas en muchas partes de los discursos entre canción y canción. Interesantes, sí, pero que no pude disfrutar del todo.

Esperaba un concierto más tranquilo y me encontré con que El Drogas R&B es pura fuerza en el escenario. Mucha más distorsión de la que yo imaginaba, pero que complació perfectamente las exigencias. Quizás se echó de menos algo de mala leche. Que sonaran canciones más reivindicativas que se quedaron fuera del setlist. Porque yo creo que era el momento perfecto para ese tipo de temas.

 

Como ya he dicho antes, el concierto finalizó literalmente en la calle. Con el grupo tocando los últimos acordes de ese “Otros Tragos” irrumpiendo en una noche madrileña que a las 23:40, ya comenzaba a dormir.

Para terminar, me gustaría dejar constancia de una cosa que no me gustó: las consumiciones en un teatro. Sí, esto es un concierto, y en los conciertos se bebe. El problema es que, si la gente se levanta a por su dosis de bebida, aquello se convierte en un espectáculo de sombras molestando a los de detrás que no pueden ver, y a los de los lados que se tienen que levantar para que la persona que va a surtir de bebida al resto de amigos pueda salir al pasillo. No, en un teatro no se debe permitir a la gente levantar más allá de ir al baño o alguna urgencia similar.

Por cierto, que casi se me olvida. Nos obsequiaron a todos con un cd en el que aparecen cuatro temas que no entraron en su directo “Un Día Nada Más”. Una muestra de cariño hacia su público que aún hace más grandes a El Drogas.

Crónica y fotos: nonamed