A finales de marzo Arenia y Monasthyr viajaron hasta Salamanca para allí descargar su metal junto a Dawnlight y FelipeSM no quiso perderse el concierto.

¡Aquí os dejamos la crónica y fotos de la noche!

 

 

Cerrando marzo tuve la oportunidad de acompañar a Monasthyr y Arenia en su primera incursión conjunta en tierras fuera de Asturies, un viaje fascinante tanto en el aspecto musical como en el humano. Porque sí, ambas bandas hacen metal de mucha calidad y lo defienden con uñas y dientes sobre los escenarios, pero si hay algo que une a las dos formaciones es el buen rollo y humor, son de esas personas que uno calificaría de “buena gente” y que te sientes orgulloso de conocer y de su existencia en el panorama metalero.

El caso es que tras un viaje a ritmo de coche de Fernando Alonso, malditas furgonetas, nos plantamos en la sala Nave Búnker de Salamanca. La sala en cuestión se encuentra oculta en mitad de un polígono industrial y con un rótulo exterior inexistente es un acto de fe encontrarla si no has estado antes. En el interior nos encontramos una sala rectangular, con un buen escenario, bastantes luces y un sonido complicado, aunque para paliar eso estaba allí Oli de Absalem a los mandos de la mesa.

A eso de las nueve de la noche se desataban las hostilidades con un monje entre el público dando paso a Dawnlight. La formación pucelana tomó prestado el libro del heavy metal y lo aplicó hoja por hoja en sus cuarenta y cinco minutos de actuación. Gran descubrimiento de una banda que presentó temas como “Berserker”, “Seven Souls” o “Forever”, salpimentados con una buena versión de “I Want Out” y las peripecias del figurante que iba cambiando su disfraz añadiendo así dinamismo a su actuación.
El sonido de su concierto estuvo bien y aunque a veces los teclados de la banda se perdían, permitió al más de medio centenar de asistentes disfrutar del juego de guitarras de Javi y Néstor, clave en el sonido de la banda.
Mucho ojo con esta banda, pues acaba de nacer como quien dice y seguro que va a dar mucho de qué hablar.

A continuación llegaba el turno de Monasthyr, un quinteto que destila heavy metal por los cuatro costados y lo que es mejor, lo disfruta en cada momento. Presentó la banda con un Jorge inspirado vocalmente su ep “Templo del Terror” con temas como “Seis infiernos”, “Tu Piel” o Ángel Vengador”, algún tema antiguo como “Bajo los Restos” y la versión con la que se alzaron segundos en el concurso Perversiones del Unirock de Nino Bravo.
Buen sonido, heavy metal ochentero en los temas y una banda dándolo todo sobre el escenario. ¿Se podía pedir más? Pues allí estaban Dizy y Fran de Arenia para sumarse a la fiesta y colaborar en “Templo del Terror” y “Bajo los Restos”, respectivamente.
Monasthyr ha dado con este ep un salto cualitativo importante, sus temas son un paso adelante en su trayectoria y la defensa de los mismos en directo les va a traer muchas cosas buenas. Sus conciertos son todo lo que debe ser un show de heavy metal.

El cierre de la noche corrió a cargo de Arenia, que continua presentando “El Atardecer de los Sueños”, sin duda uno de los mejores discos de power metal nacional de los últimos años. Con un buen sonido y unas primeras filas muy motivadas la banda fue disparando temas como “Hades”, “Fuego y Cenizas”, la recuperada “Tempestad” de su primer disco o “Ganar o Perder”. El combo cada vez suena más compacto y comienza a soltarse en el escenario, ganando más y más dinamismo en escena. Individualmente el grupo es incontestable, aunque si me permitís debo destacar a Fran, su vocalista. Y es que el frontman es la pieza clave de esta banda, afronta cada tema como un reto vocal y sale victorioso en cada uno de ellos. Algo muy importante, pues una banda puede tener un gran batería, unas guitarras estupendas, unos teclados siempre acertados y un bajo demoledor como es el caso, pero el público se va a fijar siempre en el vocalista antes que en el resto.
El final del concierto fue apoteósico y un gran cierre para la noche, “Sangre Eterna” cerró el repertorio propio de Arenia y dio paso a “The Wickerman”, versión para la cual se subió a escena Javi de Monasthyr guitarra en mano y portando una camiseta de Pauleta y la UDS, orgullo de un tiempo más amable y romántico en el fútbol, terminando el tema en una suerte de desmadre propio de una película americana con Fran cantando bajo el escenario con el público mientras miembros de las tres bandas y parte del respetable coreaban desde las tablas. Fiesta de las gordas.

Al final, la incursión en tierras salmantinas terminó siendo una noche de hermandad, de diversión y de heavy metal. Noche para el recuerdo y para repetir hoy mismo.

Crónica y fotos: FelipeSMwww.smfelipe.es