A principios de mes la gira de Secret Sphere recaló en Oviedo y nosotros no nos lo quisimos perder. Además también estuvieron allí Sailing to Nowhere y Tálesien, con lo cual la cita se antojaba ineludible.

¿Queréis saber cómo fue la noche?

 

 

Noche de altos vuelos en Oviedo, un domingo así como quien no quiere la cosa se presentaban los italianos Secret Sphere en la sala Sir Laurens de la capital asturiana. Para mayor valor añadido, un tal Michele Luppi (Whitesnake) comandaba las huestes de Aldo Lonobile y dos prometedoras bandas abrían la noche: Sailing to Nowhere y Tálesien.

En torno a las nueve de la noche, con un retraso considerable por problemas con la puntualidad de una de las bandas que posteriormente traería consecuencias, salía a escena Tálesien. Ante un público compuesto por un par de decenas de personas, los gallegos salieron a por todas y acompañados de un excelente sonido pudieron presentar de la mejor forma posible su último disco homónimo y su flamante nuevo teclista Ismael.
Fue un buen concierto, con P.Javier colosal en su labor vocal y sin ningún tipo de reproche técnico a la banda. Para mi gusto solo le falta un detalle al combo gallego y es que sus temas no consiguen engancharme, los disfruto porque hay grandes canciones en su repertorio, pero no consiguen que me arranque y me meta de lleno en su show.



A continuación llegaba el turno de Sailing to Nowhere. El grupo italiano inundó literalmente el escenario con siete músicos, aún con la ausencia de su teclista Alessio. La banda pilló a casi todos de nuevas y dejó un sabor de boca agridulce. Mientras presentaba temas como “Fight for your Dreams”, “New Life” o “Apocalypse”, su alto número en el escenario dificultaba una puesta en escena que el grupo intentó cuidar con disfraces y maquillajes acorde a su estética en las fotos promocionales. Sin duda, su power metal sinfónico tenía una baza clara, la combinación de las voces de Marco, Sara y Clara. Y siendo totalmente sinceros si la labor de Marco y Clara me gustó, creo que Sara Tiezzi estuvo desacertada en gran parte del concierto.
Sea como fuere, banda a tener en cuenta por los amantes del género de cara al futuro, su propuesta es atrevida y eso se agradece.

A eso de las 22:45 de la noche salía a escena el plato fuerte, Secret Sphere. Y aquí entra en juego la hora, el retraso antes comentado y un vecino de la sala poco amistoso, pues al tercer tema se informaba a la banda que había que cortar sonido. Terrible noticia, que por suerte no tuvo efecto inmediato y Secret Sphere nos regaló un concierto express de unos cuarenta minutos. ¡Y qué concierto amigos! Michele Luppi ofreció un master vocal (de los de verdad, no de la URJC) cantando cada nota en su lugar y sin preocuparse mucho por el postureo, tal parecía que estaba cantando para un puñado de amigos en una fiesta privada. Tras él, Aldo, Andre, Gabriele y Marco no quisieron ser menos y se apuntaron a una ejecución inapelable.
El único “pero” de su actuación, es que debido a lo repentino de su final, tuvimos una ración muy AOR de Secret Sphere. La que guarda su último disco con temas como “Love”, “Honesty” o “Courage”. Aunque hubo tiempo para alguna mirada al pasado con “Legend” o “Lie to Me”, con los tres vocalistas de Sailing to Nowhere sobre el escenario y Luppi muy atento a Sara y Clara haciendo gala de los tópicos italianos.

Buena noche en la que la música volvió a reinar sobre todos los problemas que rodean al metal en nuestra región. Poco público, salas acosadas por problemas de ruidos… La solución parece tan lejana como necesaria.

Crónica y fotos: FelipeSMwww.smfelipe.es