A finales de noviembre Lords of Black visitó la sala Berlín de Ourense y hasta allí enviamos a nuestro redactor Morly, quien hoy nos relata lo acontecido durante la velada.

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Sin duda una de las sorpresas de este año que se nos acaba ha sido la publicación del debut de Lords of Black. Una superbanda nacida de las cenizas de Saratoga, comandada por el guitarrista Tony Hernando y capitaneada por uno de los mejores cantantes de la actualidad, el chileno Ronnie Romero. Acompañados del también ex-Saratoga Andy C. tras los parches y de Victor Durán al bajo, completan la formación del grupo revelación del momento, que con tan sólo un disco publicado ya están en boca de todos, pasando ya de ser promesa a realidad contrastada. Por eso y mucho más, cuando me enteré de que tocaban en mi tierra no dudé ni un instante en coger el coche y recorrer esos 200km que me separan de las Burgas, para disfrutar de una gran velada con los señores de negro.

El concierto estaba programado para las 22:30, pero llevábamos casi 15 minutos de retraso cuando aparecieron por la puerta los 4 músicos, que tuvieron que atravesar la barra de la sala para acceder a la tarima (cosas de tener que hacer conciertos en discotecas). Protegidos por un gran telón de fondo con el logotipo de la banda y la gran portada del disco, entre humo y oscuridad comienza a sonar la intro disparada del homónimo debut, “Doomsday clock”.

Ante más de medio centenar de personas, la banda abre fuego presentándose con la propia “Lords of Black”, tema contundente que deja claro quiénes son y qué es lo que hacen. Un sonido impecable y un gran juego de luces muy bien llevado que unido a los efectos de humo amenizan el espectáculo visual.

El comienzo del setlist es un calco del disco, enlazan su presentación con la brutal “Nothing left to fear” y “Would you take me”. La primera viene de sorpresa, ya que me parece tan buena que me la esperaba para el final, y la segunda tiene un gran protagonismo de teclados, que durante todo el concierto serán programados, una de mis dudas resueltas.

Primera toma de contacto de Ronnie con un público que lo admira y a quien él conoce muy bien de su paso por los Novaera de José Rubio. Turno ahora para “The art of illusions”, historia dividida en 2 temas: “Smoke and mirrors” y “The man from beyond”.

La banda suena de lujo, musical y técnicamente a la banda no se le puede poner ni un solo pero. Se nota que han trabajado muy duro en el local de ensayo, y están muy compenetrados. Tony es un hacha de la guitarra y Andy es todo un metrónomo con las baquetas, pero a mí personalmente me parecen algo fríos, creo que les falta algo muy importante para un concierto, carisma encima del escenario. Si bien Ronnie da una lección de cómo usar las cuerdas vocales, el único que anima y que realmente parece disfrutar con y para el público es Víctor.

Seguimos repasando el disco con “The grand design” y una fantástica “Forgive of forget” con un estribillo para dejarse la garganta y el alma. Nos cuenta el señor Romero ahora que vamos a surcar los mares cual piratas, y tras el sonido del viento en las velas, con el crujido del mastil mayor navegamos “At the end of the world”. Tras “Too close to the edge” llega la primera sorpresa a modo de instrumental con el protagonismo para Tony y su guitarra.

Descubrimos por boca del señor Romero, que el temazo de 10 minutos que cierra Lords of Black, “When everything is gone”, estuvo a punto de no incluirse en el disco, menos mal que rectificaron a tiempo. Tras él amagan con irse, pero vuelven para tocar el que sería desgraciadamente el último tema del disco “The world that came after”. (Me quedo sin disfrutar de Out of the dark)

Esta vez sí, parece que todo termina, pero es Andy quien pide al resto de los músicos tocar el maravilloso “Neon Knights” de Black Sabbath. No se da cueneta, y el público lo escucha y empieza a corear y a pedir la canción, y aunque realmente lo programado era despedirse con el “We Rock” de Dio, ya sabemos que el respetable manda. Aquí la gente se volvió loca, y al terminar no se oía otra cosa que no fuera el clásico: “Otra, otra, otra,otra, ...” Pero es Ronnie quien nos pide perdón y nos indica que ya son las 00:00 y la sala tiene un horario que cumplir, por lo que tienen que poner punto y final.

Y hasta aquí lo que dio de sí el primer concierto al que asisto de Lords of Black. Una pena que el único tema que no descargaran esa noche fuera uno de los que más me gusta, “Out of the dark”. Tampoco ayudó mucho que el concierto empezase tarde y no llegaran a cumplirse los 90 minutos de actuación, y como he dicho antes; quizá se les note algo fríos, estáticos y demasiado automatizados encima del escenario, pero desde luego son buenos, muy buenos. Y sí, este ha sido el primer concierto pero, desde luego, no será el último.

Crónica y fotos: Morly