El pasado 13 de diciembre se celebró en Madrid una nueva edición del Dimefest, el festival en honor a Dimebag Darrel. Hasta allí se desplazó Marina RF para vivir una noche, o mejor dicho una fiesta, en la que numerosos músicos de la escena recordaron al guitarrista.

¿Quieres saber cómo fue el evento? ¡No te pierdas esta crónica!

 

 

Para los que somos de fuera, este evento nunca se había hecho notar demasiado, pero durante los 5 años que pasé en Madrid estudiando me di cuenta de que el Dimefest es un festival muy querido en la comunidad metalera de la capital. Su cartel ha ido variando a lo largo de los años, incluyendo artistas de mayor o menor fama pero siempre unidos por la admiración hacia Dimebag Darrell y las bandas de las que formó parte, sobre todo Pantera. Este año marca el décimo aniversario de aquel fatídico 8 de diciembre de 2004, en el que el perturbado Nathan Gale se sacaba su 9mm del pantalón y apuntaba al músico para dispararle 3 veces y acabar con él en el acto. También se llevó por delante a otras tres personas, además de herir a muchas otras. Gale falleció también en el lugar a manos de un policía que llegó a tiempo a la escena.

Por desgracia, el mundo de la música está plagado de historias como esta, asesinatos, accidentes y muertes trágicas que se han llevado a nuestros músicos más queridos mucho antes de lo que ninguno de nosotros hubiésemos deseado. No obstante, estas fechas se quedan marcadas a fuego y algunas de ellas, como la que nos ocupa, se convierten en motivo de reunión y celebración. Los miembros de unas 20 bandas del panorama nacional se reunieron el pasado sábado, día 13 de diciembre, para celebrar la vida de Dimebag Darrell unos días después de que se cumpliese el 10º aniversario de su cruel asesinato. Estos músicos y una sala Paddock llena hasta reventar de metalheads hacen que Dimebag Darrell siga entre nosotros influyendo, inspirando y emocionando como si nunca se hubiera ido.

Por lo general, mis crónicas no suelen contener el set list, me parece muy aburrido ir canción a canción en lugar de dar una crónica general, pero este caso es especial y me obliga casi a mencionar todos los temas y la larga lista de músicos que pasaron por el escenario de la Paddock. Además, como habréis imaginado, el ambiente fue increíble y no sucedió ninguna desgracia más que la resaca del día siguiente de alguno, así que poco más puedo hacer que contaros qué fue lo que pasó aquel sábado de la forma más completa posible. Pido disculpas por adelantado por no mencionaros a todos o si he confundido alguna canción, estaba muy ocupada intentando no morir aplastada en el pit mientras hacía fotos y la memoria puede haberme fallado.

A 10 minutos del comienzo previsto, siete y poco de la tarde, la cola todavía llegaba a la esquina de la manzana, por lo que hubo algo de retraso y bastante gente (yo incluida, a pesar de llegar con antelación) entró con el concierto ya empezado. No obstante, tengo entendido que faltaron algunos temas que estaban previstos dada la ausencia de algunos músicos, por lo que esto no retrasó el evento en general ni lo alargó más de la cuenta. Sobre las 11, tras poco menos que las prometidas 4 horas de música, todo había terminado y la marabunta se dispersaba hacia Malasaña, donde estaba ubicada la after party.


Los manchegos Evil Impulse fueron los encargados de dar el pistoletazo de salida con uno de los temas más conocidos de Damageplan, “Breathing New Life”, y la mala leche del “War Nerve” de Pantera, calentando al público mientras se iban llenando todos los rincones de la sala. Salvo esa excepción, esta primera tanda estuvo dominada por las canciones de los de Texas: “Living Through Me”, “Yesterday Don’t Mean Shit” (interpretadas por Forced Rejection junto a miembros de Deathsurection) y una invasión gallega en toda regla: 2Sisters, con “Hellbound” y “Becoming”, Aphonnic (con la ayuda de Txema Fonz, de Somas Cure, y Roi Gil, de Display of Power) interpretaron “This Love” y, con la incorporación del guitarrista Pla Vinseiro, de Mutant Squad, la potentísima “Mouth For War”. El piso de arriba de la Paddock ya amenazaba con venirse abajo. En este momento, pensé, casi temblando: “Llevamos 20 minutos y prometen 4 horas, cómo acabará esto...”


A partir de ahí, Plácido quedó en el escenario para recibir al resto del trío mutante e interpretar uno de los highlights de la noche, un par de temas del a veces olvidado Rebel Meets Rebel, un proyecto formado por Vinnie Paul, Rex Brown y, obviamente, Dimebag, junto al cantante de country David Allan Coe. “Nothin’ to Lose” y “Get Outta My Life” son dos temas de su único álbum para los que se subió también Jamie Fifthring, cantante de country ferrolano que se trajo en la maleta el trío gallego y dio un punto de color en esta noche monotemática, resultando en un grandísimo acierto. ¡No lo perdáis de vista!


Tras los gallegos, tomaron el escenario los madrileños Violent Eve, que tocaron “A New Level” y “Revolution is my name”. Cuernos de Chivo y Overdry fueron los siguientes, con temas como “Strength Beyond Strength”, “The Great Southern Trendkill” y “Suicide Note Pt.II”, aunque hubiese sido genial poder escuchar también la primera parte. Que no sea tan agresiva no significa que no valga la pena. ¡Esperemos que caiga la próxima vez!

Hell’s Fire y su particular estilo, muy en la onda de Pantera y perfecto para este festival, siguió con “Where You Come From/Shattered” y un medley de “Psycho Holiday” y “The Art of Shredding”.


A estas alturas, como os podéis imaginar, la sala era un auténtico hervidero, con los fotógrafos intentando mantenernos en primera fila (a falta de foso) y el público que no daba ni un respiro. Ni lo daba ni tampoco se lo daban los músicos que iban entrando y saliendo del escenario, y no siempre por la puerta al backstage (el stage diving desde un escenario tan bajo es complicado, pero posible. Allí quedó demostrado).

Como siempre, el plato fuerte queda reservado para el final, aunque con tamaño elenco no se puede decir que la intensidad fuese subiendo o bajando, porque no hubo ni un momento de relax. Eso sí, está claro que cuando ves a Javier Cardoso salir al escenario con cara de querer comerse a media sala de un bocado, más te vale que hayas guardado fuerzas para lo que está por venir. Junto a él, el resto de Vita Imana junto al reconocido técnico de sonido Alex Cappa (también músico en RooM) a la guitarra para tocar “I Can’t Hide” y “Slaughtered”, además de “Five Minutes Alone” con Miguel Rocha, de Gauntlet, quien apareció completamente envuelto en papel higiénico y no dejó de hacer el cabra en ningún momento. A alguno casi se le salen los ojos cuando se le vio salir (no recuerdo si antes o después de esto) del backstage con un extintor dispuesto a descargarlo. Tranquilos, seguratas de la Paddock que saltasteis instantáneamente de vuestro sitio, que lo devolvió a su sitio. Aunque todas las bandas le dedicaron unas palabras, fue emocionante el momento en que Cardoso agradeció su esfuerzo al organizador del evento, David Sobrino, ya que fue el único capaz de arrastrarle al escenario para un abrazo en público.


A estas alturas, todavía quedaba una última bala en la recámara de las formaciones gallegas. Desde el norte de la comunidad llegó Display of Power, ahora al completo, para tocar “Shedding Skin”, “Heresy” y “Rise”. El bromance de Castaño (vocalista de Display) y Pla (Mutant Squad) es de sobra conocido, y Pla no pudo evitar lanzarse al escenario para devolverle un buen trago de whiskey como Castaño hizo hace ya casi un año en Santiago. Poco más puedo decir sobre esto, a Display hay que verlos sobre un escenario sí o sí.


La traca final llegó patrocinada por el genial guitarrista Achokarlos, acompañado en primer lugar por miembros de Vendetta Fucking Metal y Dark Confessions con los que tocó “Drag the Waters” y una emocionante “Cemetery Gates” (y nosotros ya casi sin garganta). El remate no pudo haber sido mejor: mientras Achokarlos se ponía cómodo, saltaban al escenario Crisix con ganas de sacarnos hasta la última gota de sudor. Si alguien echaba en falta algún que otro temazo de Pantera, aquí estaban: “Cowboys From Hell”, “Domination”, “I’m Broken” y “Walk”, durante la cual empezaron a subir al escenario todos los músicos que habían pasado por allí hasta que, literalmente, los seguratas empezaron a largar a todo el mundo porque las fotos, los abrazos y los saltos desde el escenario parecían no tener fin.


Lo cierto es que esta crónica de poco sirve más que para daros envidia a los que no estuvisteis allí, ya que es muy complicado describirlo todo y que mis palabras resulten fieles a lo ocurrido o, al menos, lleguen a su altura. Olvidaros de si os gustan o no las formaciones a las que pertenecen estos músicos si sentís el mismo amor por Pantera y Dimebag Darrell que ellos y no dejéis pasar la oportunidad de acudir a la siguiente edición: no os arrepentiréis.

Crónica y fotos: MarinaRF