Comenzamos el repaso del fin de semana con un viaje a Palencia para disfrutar del Carrión Rock Fest, donde nos esperaban tres grupazos de la talla de Ars AmandiLèpoka Redención.

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El pasado sábado 20 de noviembre tocaba desplazarse a Palencia para acudir a la séptima edición del festival Carrión Rock, una fecha que poco a poco se ha hecho un clásico en el metal palentino y una vez al año hay que contar con una noche de metal en la ciudad. Este año, la edición contaba con Ars Amandi, Lèpoka, Redención y Xeria aunque, un par de días antes, la organización anunció que éstos últimos se tenían que caer del cartel por enfermedad, por lo que al final, la cosa quedó en tres grupos.

A decir verdad, me esperaba poca afluencia de público ya que la promoción del evento la han hecho los grupos. En las redes sociales del festival, creo que, por algún problema, ni siquiera se había publicado el cartel completo, no se podía hablar con ellos y esto me hizo dudas de hasta que siguiera adelante el evento. Pero allí nos presentamos, había fiesta preparada y la sala Infinity, si bien no estaba llena, presentó un buen aspecto. Me pareció curioso que hubiese dentro de la sala tres calefactores, que se agradecieron bastante sobre todo al principio, ya que la sala es una nave industrial en el polígono y realmente hacía frío.

Después de una prueba de sonido muy larga y con media hora de retraso, Redención salieron al escenario, encargados de dar el pistoletazo de salida y caldear el ambiente, posición siempre muy complicada dentro de un festival. Tras una introducción, salieron con "Tu muro", mostrando un sonido muy contundente y el más heavy de toda la noche, aunque ya desde el principio se vio que el éste no era muy nítido y la voz de David se escuchaba muy poco si no estabas muy cerca del escenario, algo que se mantuvo durante todo el show, y, aunque el público se lo transmitió a la banda, poco se pudo hacer al respecto. Ars Amandi y Lèpoka también sufrieron lo mismo con los cantantes, por lo que el problema parece que era de la sala y no de los grupos.

Durante nueve temas y unos 45 minutos, Redención ofrecieron un buen show y consiguieron animar bastante al personal, por lo que bravo por ellos. Hace apenas dos meses han sacado un EP con cuatro temas, "Tu héroe interior", "Derrota", "La marca" y "El pozo de los mortales", EP que presentaron íntegramente en el Carrión Rock. Acompañando a estos, pudimos escuchar otros como "Arritmia", "Inocencia" o la final "Perro guardián", que sirvió como despedida de un buen concierto, algo desdibujado por el mal sonido pero que mostró a una banda contundente, con actitud y ganas de hacer las cosas bien. Redención dejaron buen sabor de boca.

Los siguientes en aparecer fueron Lèpoka. Con sus ya clásicos goliardos cerveceros hinchables en el escenario, los levantinos aparecieron sobre el escenario con "Beber para creer", de su último disco, el cual tuvo un protagonismo muy grande en el set list. Lèpoka fue sin duda la banda que más fans congregó debajo del escenario, están en un momento muy dulce de su carrera y en Palencia se notó. Los asistentes venían con ganas de fiesta y Lèpoka se la trajo, en una actuación en la que la banda y su cantante Dani estuvieron muy bien, mejorando lo visto en otras ocasiones en las que hubo que atizarlos un poco. En el Carrión no, estuvieron como se espera de ellos y la gente respondió de una manera impresionante a sus canciones, coreando todo, saltando y alimentando a una banda que triunfó.

El cuarto tema fue "Pandemonium", el gran protagonista de la noche. Y fue protagonista porque fue el cuarto, quinto y sexto tema en sonar. A la primera, se fue el sonido como a la mitad de la canción y tras unos minutos para reiniciar todo, la banda comenzó otra vez a tocarlo. Esta segunda vez, el sonido duró aún menos y se volvió a apagar. Lèpoka se retiró del escenario durante cinco o diez minutos hasta que se arregló aquello y como no hay dos sin tres, arrancaron de nuevo con él. Y como a la tercera va la vencida, "el tema maldito", como lo llamó Dani pudo completarse y se terminaron los problemas de sonido. Celebro que Lèpoka insistiese en tocarlo y no pasar a la siguiente canción como si nada, como hubieran hecho otros. Este hecho hizo que ya hubiera guasa toda la noche, y la gente corease "Pandemonium" una y otra vez, a lo que la banda respondió con igual humor. Ya sin más problemas, la actuación se completó con temas como "Heavyátrico", "Beersekers", la balada "En este sueño", "El baile de los caídos", "Contra viento y marea" … En fin, una larga lista de singles fiesteros que funcionaron a las mil maravillas. Se despidieron con "Yo controlo" de manera triunfal y recibiendo grandes aplausos. Por cierto, destacar esta noche una labor imprescindible de Dani al violín, ya que Zarach (vientos) fue baja y tuvo que cargar con todo el folk en sus hombros.

Cerraban la noche Ars Amandi, que aún les duraba el cabreo por lo que ocurrió la semana anterior en Córdoba, donde les tuvieron que cortar media actuación y prácticamente lo primero que dijo Dani Aller fue "hoy no nos corta ni Dios el repertorio". Venían con ganas de redimirse y vaya si lo demostraron, nos trajeron un concierto de 19 temas y casi dos horas de duración, algo que en un festival no se ve casi nunca. Sin intro ni historias, salieron directamente con "Tierra de aguas", canción dedicada a Valladolid de su último trabajo "En tierra de castillos" y "El poder de Caelia". Me gustó ver que mucha gente se quedó a ver a los Amandi. Ya se sabe que otros muchos marchan cuando tocan el grupo al que van a ver y no les interesa el resto, pero esta vez no se notó mucha espantada. Ars Amandi también contaron con una buena bolsa de seguidores.

Siempre que los veo, me gusta mucho y me impresiona ver a Dani lo bien que canta, toca, corre, se mueve, anima… Lo hace todo, tiene que tener unos pulmones de acero este señor. "Desterrado de tu cuerpo" y "Sus últimas horas" pusieron a cantar al personal antes de la enorme "Desierto", que sonó fantástica. Su último trabajo tuvo más presencia con canciones como "La ruta de los castillos", "La leyenda de Manque os pese" o "Defensoras de Pallantia", muy celebrada, que obviamente no podía faltar en Palencia. Otras que cayeron fueron las imprescindibles "Ábula", "El viajero" o "Tu ley", donde se cortó el micrófono de Dani, que se pilló un cabreo de mil demonios y paró el tema por la mitad. Arreglado el problema, empezaron de nuevo con él y no hubo más problemas.

El final de la actuación fue sensacional, con "No queda sino batirnos", que funciona fenomenal, "Abre la puerta", que se la sabe todo el mundo, "Escuchando al corazón", "No abandones" y, por supuesto "La suerte está echada". Eché mucho de menos que no tocaran "Camino sin fin", creo que es de sus mejores temas y una de las más famosas, pero no cayó esa noche. Así, Ars Amandi se despidieron tras un gran concierto, hicieron disfrutar mucho al personal que allí quedaba y como a las dos y media de la mañana, nos mandaban para casa con una sonrisa en la boca. Enormes Ars Amandi.

Terminó así una edición más del Carrión Rock, y ya esperamos la del año que viene. ¡Salud!

Crónica por Luis Martin