Estrenamos la sección de crónicas de 2023 y lo hacemos con la increible noche que vivimos en la madrileña sala La Paqui con el doblete de Sôber y su "Morfoelegía", en compañía de Bon Vivant y Contrabanda.

¡No os perdáis esta crónica!



Los pasados 20 y 21 de enero se celebraba uno de esos eventos únicos y especiales que no te puedes perder si pasan por tu ciudad. Sôber anunciaba un doble concierto llamado "Morfoloelegía" en el que se haría un repaso a sus discos desde "Morfología" hasta su más reciente "Elegía". Vaya por delante, que como todos sabéis, la banda ha sacado de su discografía oficial su debut "Torcidos", pero no les culpo por ello. ¿Y dónde tendría lugar el evento? En la madrileña sala La Paqui (sic), anteriormente conocida como But, una sala bastante grande que sería suficiente para acoger a todos esos fans que agotaron entradas de ambos días, a pesar de unos precios nada económicos (29€ + gastos).

Y aquí quiero hacer un alto y pedir disculpas sinceras a Contrabanda, la primera banda que se subió al escenario a las 19:30, porque no llegué a tiempo para verlos en su totalidad. Contrabanda es un grupo al que sigo desde su primer disco "Trece" que publicaron en un lejano 2010, aunque su estilo se ha modificado bastante en "Ingrávido" su disco de 2021 derivando a sonidos más indies. Sólo pude llegar a ver sus dos últimos temas "El Círculo se Cierra" y "Miedo" y me pareció que la voz sonaba demasiado baja (problema que tendrían después Bon Vivant). Reitero mis disculpas y sin duda tengo una cuenta pendiente que saldar con los madrileños Contrabanda.

Y con una sensación de atropello entre cambio y cambio y situándome en una mejor posición para seguir viendo los conciertos, a las 20:10 comenzaban a sonar Bon Vivant. A esta banda, también madrileña, no los había podido escuchar y eso que llevan tres discos en el mercado más un directo. La banda liderada por Charly López se define como una banda de modern rock. O lo que es lo mismo, hard rock con toques glam. Al igual que Contrabanda, venían de girar buena parte de la gira con Sôber presentando "Supernova" su último trabajo, y la verdad es que se defienden muy bien en el escenario. Pero no sólo eso sino que estaban muy bien acompañados de un público que coreaba buena parte de sus temas.

Y ya, el plato fuerte de la jornada, una de las mejores bandas de metal de este país (cosa que sabéis de sobra), Sôber salía al escenario abriendo con "La Prisión del Placer". La verdad es que siguen teniendo la misma potencia que cuando los vi por primera vez en la gira de "Paradysso". El trabajo de Carlos siempre me ha parecido impecable en el escenario y esta vez vuelve a demostrarlo. El caso es que sí hay diferencias entre aquellos Sôber de "Paradysso" y los de "Reddo" y es un crecimiento sobre el escenario, mayor profesionalidad y mayor madurez. No ya en sus canciones (que también), sino en sus actitudes sobre el mismo.

El setlist lo colgaron de su perfil de Instagram, por lo que no debería de haber habido muchas sorpresas al respecto, el caso es que nos prometieron colaboraciones, y no encontramos ninguna, cosa que incluso llegué a agradecer, porque la última vez no fueron de mi agrado (recordemos a Marron).

Los temas lentos siempre funcionan bien entre el público y el momento "Estrella Polar" donde Carlos se recorre la sala, incluso cantando a capela (increíble) y "Eclipse" fueron dos puntos muy fuertes. También su medley de "Morfología" que a mí me encantó donde tocaron "Abstinencia", "Caída Libre", "Condenado" y "¿Qué Hice Mal?". El concierto finalizó con "Diez Años" el tema que les dio a conocer y la presentación de la banda, donde Manu se marcó un solo de batería. Y es que, he venido notando que los solos de batería cada vez son más comunes en los directos de las bandas.

¿Sobre el público? Sold Out y un público entregadísimo cantando todas las canciones. Además, en este caso, el público no tapaba al vocalista, que es algo que a veces molesta. Lo llamativo es que la media de edad de los conciertos de rock ronda los 35/40. Tanto en el público como en los músicos. A mí, al menos, me llama la atención.

Antes de terminar, quiero comentar algo que no me gustó nada y fue la salida de la sala. La sala La Paqui tiene varias salidas de emergencia que estaban cerradas (no digo bloqueadas, porque no lo sé, pero sí cerradas) y nos hicieron salir por la principal formándose un tapón en la subida de escaleras.

Cuatro horas de rock, de metal de buena música, de buen ambiente… en definitiva, ningún fan del rock/metal en español debería perderse un espectáculo de Sôber. Porque es un pecado mortal.

Dales una oportunidad y si no te convencen, dales otra.

 

Crónica y fotos por nonamed