Empezamos el repaso al último fin de semana con una dosis de rock de alta calidad. La que nos ofrecieron en la sala Moby dos grupazos de la talla de Ekko y La Desbandada.

¡No os perdáis esta crónica!


Noche de rock urbano en Madrid. Dos bandas de la altura de Ekko y de La Desbandada se dejaban caer por la capital el pasado 20 de enero en una minigira compartida. Dos bandas que venían de arrasar el día anterior en Valencia y aquí venían dispuestos a repetir. 

Las 20:00 era la hora marcada para el inicio, pero ya sabemos que las estrellas se hacen de rogar, aunque en este caso fueron sólo poco más de diez minutos cuando Ekko salía al escenario a estrenar el escenario de Moby Dick con "Cóctel Molotov". 

La banda capitaneada por Reims publicaba el pasado mes de octubre el que es ya su cuatro trabajo de título "Ya No Quedan Voces". Un trabajo que viene de la mano de Maldito Records, y que ya os aviso que no deberíais pasar por alto. Ekko ha sido considerada en varias ocasiones como la banda que debe tomar el relevo de los grandes del rock urbano y no es para menos. No sólo por la calidad de sus composiciones, sino, por el desgaste de estas "grandes". 

La primera toma de contacto, era más que satisfactoria, con un grupo consolidado sobre el escenario y totalmente cómodo. Con “Los Elegidos” seguía la presentación de este último trabajo, para cambiar de tercio. Y es que no sólo de "Ya No Quedan Voces" viven estos cinco chavales, sino que hacían un pequeño repaso por esas delicatessen anteriores. “Puro Soñador” de su “Desbocados” era la siguiente, para continuar con “Cuenta Conmigo”. Momento en el que Reims pide la colaboración del público para que levanten los móviles en la primera parte “Cada Madrugada” de su “Día Cero”.
“Entre La Niebla” un temazo sobre la salud mental y para “Ramajes” contaron con la colaboración de Keki, el que fuera guitarra de Re-Verso, entre otras. ¡Qué grande es Keki!

Las colaboraciones no cesaban (y cómo nos gustan) cuando subió Balta para cantarse “Mil Abrazos” rememorando la que hicieron en 2016 en ese “Día Cero”. “Resurgir” con todo el poder que tiene este tema siguiendo el repaso a su último trabajo con “Nuestra Realidad” y “Atalaya”, para llegar a, la que es para mí, su mejor canción “Despertar”. ¿Qué tiene esta canción de especial? Pues probablemente toda la parte musical. Me encanta cómo suena el bajo en esta canción, pero también los riffs de guitarra y, cómo no, la melodía vocal.

Con el subidón en el cuerpo, alcanzábamos la parte final del concierto con “Las Horas”, su “Desbocados”, “Gran Volcán”, “Legado” que se puede convertir en otro gran himno y finalizaban con “Luna de Octubre”, dejándonos un sabor de boca exquisito y con ganas de más fiesta.

Fiesta que continuaba a las 22:00 con el otro grupo de la noche. La Desbandada también venía a presentar su cuatro disco con el título de "Las Musas Siguen Bebiendo". Y aunque siguen la estela del rock urbano, lo hacen de una manera muy diferente a sus compañeros. Su rock va influenciado con sonidos de ska, hard rock e incluso punk. 

El concierto empezaba con “Las Musas” y “Miedo” y ya se demuestra que la conexión de Balta con el su público es de auténtica simbiosis. Tengo que confesar que no seguía la carrera de este grupo, pero me sorprendió y me sigue sorprendiendo de manera positiva en estos momentos mientras suenan sus canciones de fondo. “Hoy Venimos a Morir”, el rock and roll titulado “Retratos en Blanco y Negro” y “Recuerdos Rotos”, cuyo estribillo no dejé de corear durante el resto de noche “Todas las fotos son las mismas y en ninguna salgo yo”.

El concierto seguía con “La Hoguera” y “Una y Mil Veces”. El público coreaba cada una de sus canciones. Un público variado en edad, y que venía de diferentes partes del país, algo totalmente admirable. Seguíamos con el repaso a “Las Musas Siguen Bebiendo” con “Si Tiene que Ser”, recordando en ocasiones a La Fuga y “La Luna Sigue Sola” para terminar con un viaje a 2014 y “Lo Siento”, canción que comenzaba todo esto. Otro rock and roll de calidad. En este momento hace aparición el público con “No se saben una de Los Suaves”, por lo que la banda se rindió y tocó parte de “Palabras Para Julia” para terminar con ese mismo público coreando un “Sí se saben una de Los Suaves” demostrando esa sintonía perfecta.

“Demasiado Tarde” un rock convencional, demostrando el amplio abanico que tienen, momento en el la banda pide un círculo para “Tras El Vendaval” y que comience el pogo. A mí que no me gustan los pogos, tengo que reconocer que hay que diferenciar pogos y pogos y este fue uno respetuoso, sin codazos y rodillazos. Gracias gente.

Ya estábamos todos en lo más alto, con la adrenalina a punto de escaparse, cuando sonó “Esta Noche”, con la colaboración del público gritando a pleno pulmón, seguida de “Nacimos pa’ Ganar”. El concierto se iba acabando y Balta nos lo anunciaba con “quedan cuatro canciones”, momento en el que sube Reims a cantar “Buscando Mi Destino”. Recta final con “Te Merecías Más”, “Hace Tiempo” y terminábamos por todo lo alto con “No Podrás Huir”, con la rapidez y energía perfecta para seguir de fiesta a eso de las 23:30.

 

Antes de cerrar la crónica, me gustaría diferenciar ambos conciertos. Ekko es una banda que, como digo otras veces, si el mundo fuera correcto, debería estar en las listas de imprescindibles. Por otro lado, La Desbandada consiguieron conquistarme con una versatilidad musical y una conexión con el público envidiables. Si tuviéramos que poner una pega a ambos conciertos, quizás un sonido demasiado alto.

Perfecta dupla de auténtico rock la que se vivió el pasado 20 de enero. Una dupla que ya forma parte de la historia del rock en directo. Enhorabuena si lo has disfrutado a lo largo de estos cuatro conciertos. Y si no lo has hecho, espero que tengas alguna ocasión.

Dales una oportunidad y si no te convencen, dales otra.

Crónica y fotos: nonamed