Regresamos a Villena para continuar con nuestro relato del Leyendas del Rock. De nuevo Sorgintxo e Iribarren toman el mando y junto a las fotos de Sergio Blanco nos relatan una jornada con bandas del calibre de Turisas, WarCry, Doro, The Darkness o Edguy.

¡Pasa y no pierdas detalle!

 

 

La tercera jornada de festival se presentaba “dura” por los escasos parones que había entre bandas que considerábamos pecado capital perdernos, de hecho en más de una ocasión tuvimos que echarnos a suertes quién se quedaba en el concierto de los escenarios principales, que dicho sea de paso seguían sin sonar al 100% en muchas de las actuaciones y quien iba al escenario “pequeño”.

 sí las cosas, la tarde comenzaba bien temprano, concretamente a las 16:30, (casi sin tiempo a que nos hiciera la digestión de la hamburguesa que habíamos compartido con grandes amigos) cuando los israelitas Orphaned Land con Kobi al frente, hicieron acto de presencia en las tablas del escenario Azucena

 Nuestra devoción por los israelies hizo que nos adelantasemos a nuestros compañeros de viaje para estar con el primer litro de cerveza de la tarde en la mano mientras arrancaban su concierto con “All is One” de su último disco. Para nuestra alegría tuvieron un muy buen sonido, cosa que no ocurrió en su última visita junto a Blind Guardian. Después de hacer corear al público con “Kiss of Babylon”, se presentaron como un grupo proveniente de una tierra en conflicto que intenta trasladar un mensaje de paz a través de su música, para interpretar una emotiva “Let the Truce be Known”. Otros puntos álgidos de la actuación fueron “Birth of the Three”, o su clásico final de show con “Nora el norra/Ornaments of gold” donde la interacción con el público fue total.

 Los nórdicos Turisas no se acobardaron ante la actuación de Orphaned Land y si estos ya dejaron el listón bien alto desde primera hora de la tarde los fineses no fueron a menos si no todo lo contrario. Y mira que debieron de sufrir al salir con su atuendo habitual al escenario pues el calor de Alicante una tarde cualquiera de agosto… no es para salir a dar un concierto con cueros pieles y caras pintadas. Aún así Mathias Nygård (también conocido como Warlord Nygård) y sus chicos salieron a conquistarnos y vaya si lo consiguieron, una ingente cantidad de público se arremolinaba haciendo suyas las escasas sombras delante del escenario Jesús de la rosa. El sexteto de Hämeenlinna comenzó su recital con la conocida “The March of the Varangian Guard”, 50 minutos a un ritmo mortífero en los que tuvieron cabida 7 temas más para acabar con el celebrado “Stand up and Fight”. Para entonces la gente estaba entregadísima y como se suele decir en el campo de batalla el sudor se mezclaba con la sangre. ¡Grandes Turisas! A pesar de que una vez más el sonido no estuvo a la altura de las circunstancias y no les hizo justicia, demostraron ser una banda que en directo lo da todo, sabor de boca más que agradable el que dejaron como poso los fineses.

 Refuge es otro grupo por el que sentimos devoción, en este caso sobre todo por su carismático líder, Peavy Wagner, así que decidimos coger una buena posición para ver la actuación de los teutones. Grave error. A un paso del foso para los fotógrafos el sonido era horrible, y después de dos canciones tuvimos que ir unos cuantos metros hacia atrás para poder disfrutar del concierto. Los tres viejos amigos disfrutaban sobre el escenario repasado los viejos discos de Rage. Variaron ligeramente su repertorio de su reciente actuación en otro festival patrio, pero no dejaron fuera clásicos como “Solitary man”, “The Missing Link” o “Don't fear the Winter”.

 A pesar del nivelazo y el buen ambiente que se respiraba en el polideportivo de Villena en esta tercera entrega de festival, después de 3 conciertos seguidos a pleno sol y sin apenas descanso ni para refrescarnos, el cuerpo pedía sentarse. Así que después del asalto teutón y viendo como el cielo amenazaba con partirse en dos en cualquier momento, dirigimos nuestros pasos en busca de cerveza e hicimos un pequeño parón. Mejor momento no pudimos escoger puesto que nuestras sospechas se hacían realidad y hacia la mitad del concierto de Rock Icons una tormenta hacía acto de presencia desluciendo todo el recital.



No duró mucho nuestro receso por que apenas una hora después, una vez que la tormenta dejó de nuevo paso a la calma, volvíamos a la carga. Esta vez para volver a disfrutar a ritmo de power metal alemán. Edguy, se hacía dueño y señor del polideportivo de Villena, de nuevo había que esperar hasta bien entrada la tarde para que se empezase a escuchar bien el sonido y a pesar de lo flojo del último trabajo de estudio de los germanos enseguida y gracias a la simpatía de Tobias y al feeling que tienen entre los integrantes y que se palpa en el ambiente, el público se rendía a los pies del quinteto. Y es que si alguien se tiene ganado a pulso el título de frontman ese es el Sr Sammet. El recital comenzaba precisamente haciendo un guiño a este último trabajo de estudio y “Love Tiger” abría contundente los 70 minutos que tenían por delante y que se ocuparon de llenar con éxitos de la talla de “Tears of Mandrake” o “Lavatory love Machine” combinándolas a la perfección con las bromas que Tobias Sammet no dejaba de hacer en los escasos recesos en los que no sonaba ningún himno de la banda. El setlist se vio completado entre otras con “Babylon”, “Superheroes” o “save me”, sin duda, el baladón por excelencia del quinteto alemán. Fue “King of Fools” la elegida para poner punto y final.

 A continuación The Darkness empezaron su show con “Black Shuck”, tema su debut que les llevó a la fama internacional. Sobre el escenario los británicos lucían uno de los vestuarios más originales y estrafalarios que se pudieron ver en el festival, como muestra de su estilo excesivo. Este estilo excesivo parece que no es para todos los públicos, ya que tras varias canciones quienes nos acompañaban afirmaron que si en la siguiente Justin seguía con los agudos se iría al tercer escenario. Como os podéis imaginar disfrutamos en “solitario” del resto del concierto, en el que destacaron “One way Ticket to Hell”, la reciente “Barbarian” o la inmortal “I Believe in a thing called Love”. Después del divertido concierto nos reunimos con nuestroscompañeros en el escenario Mark Reale, para preguntarnos cómo había gente con más interés en esa especie de Bon Jovi edulcorados llamados Reckless Love que en The Darkness o Backyard Babies el día anterior.

 Freedom Call ha mamado de la época dorada del power metal alemán y eso se nota, con una puesta en escena muy a lo Gamma Ray, (no en vano Chris, vocalista de Freedom Call, ha militado en las filas de Gamma Ray) aparecían sobre el escenario Mark Reale, ante un frontón lleno de gente dispuesta a entregarse a la velocidad de los riffs que estaban a punto de suceder. Y es que los bávaros salían dispuestos a no dejar títere con cabeza, 60 minutos en los que se sucedieron los duelos con las seis cuerdas entre Bay, guitarra solista, y Rettkowitz, segundo guitarra. La compenetración entre los miembros de la banda es palpable. Bay arengaba en todo momento a que el público no dejara de participar, y al final los allí congregados fuimos uno más de la formación haciendo coros, saltando… en definitiva, dejándonos la piel. Un show que fue de menos a más comenzando con la intro “Union of the Strongs” seguida de “Hero Nation” guisándose entre medias con “Power & Glory” y terminando con “Warriors”, tema con el cual el público se vino completamente arriba. Sin duda uno de los mejores conciertos de esta tercera jornada en los que la comunión entre público y banda fue apabullante, solo por poner un pero creemos que Freedom Call es una banda de escenario principal, a ver si la próxima vez los colocan en el lugar que les corresponde.

No abandonamos el escenario Mark Reale pues los siguientes que debían hacernos disfrutar de una buena sesión esta vez de glam y hard rock fueron los finlandeses Reckless Love. A pesar de que había mucha expectación entre los allí presentes, no sabemos si fue el retraso para el comienzo del show debido a los fallos de sonido o la falta de comunión entre público y banda, a excepción de lo que sucedía en primeras filas donde si se veía que la gente había conectado a la perfección con Olli y los suyos; la sensacion generalizada unas filas más atrás fue de que nos estaba costando engancharnos al tren del hard rock que pasaba delante de nuestras narices. Si bien es verdad que una vez que conseguimos subirnos al vagón, viento en popa a toda máquina el concierto fue otro acierto. “Night On Fire”, “So Happy I Could Die” y “On the Radio” sirvieron de entremeses, para calentar el ambiente y las que más costó asimilar por parte del público que estaba un poco más retrasado, sin embargo para cuando empezaron los acordes de “Badass” la gente ya empezaba a corear y a dejarse llevar, el climax lo alcazamos a ritmo de “Back to Paradise” y “I love heavy Metal” y culminaron su actuación con “Hot” coreada a más no poder. Nos faltó escuchar en directo su tema homónimo. Al César lo que es del César y es que los fineses al final fueron capaces de meterse al público en el bolsillo.

WarCry es uno de esos grupos que son parte del Leyendas e indispensables para muchos de los asiduos del festival. Para esta edición querían tener un detalle especial y habían dejado elegir a sus seguidores el repertorio a través de internet (aunque hay que reconocer que no todo su repertorio estaba disponible para escoger). De esta manera era imposible que no sonaran en Villena grandes éxitos como “Nana”, “El Guardián de Troya”, “El Trono del Metal” u “Hoy Gano Yo”, que supusieron una recta final de concierto impresionante

Tras los asturianos le llegaba el turno a la reina del metal por antonomasia, Doro Pesch. La alemana fue una de las primeras confirmaciones allá por agosto del año pasado cuando salieron los primeros abonos a la venta y seguramente fue una de las razones para que se acabasen tan pronto. Acierto seguro y es que esta rubia es como la cerveza, donde va triunfa. Sin duda, la germana no podía faltar en el décimo aniversario del festival, su última participación en el mismo fue en 2013 cuando a media tarde ofreció en el escenario Azucena el gran show al que nos tiene acostumbrados.
En esta ocasión el setlist elegido fue un tanto clásico con éxitos de su antigua banda Warlock, como por ejemplo “I Rule the Ruins”, “Burning the Witches” o ”Für immer” entre otros, no podía faltar tampoco un guiño a su gran amigo Rob Halfford y tuvo tiempo para interpretar la cover del “Breaking the Law” de la banda británica. Pero también tuvo tiempo de repasar su carrera en solitario, de esta etapa pudimos escuchar hacia la mitad de la actuación “Raise your Fist in the Air” y “The night of Warlock”, para terminar volvió a sus clásicos más clásicos poniendo punto y final con las siempre triunfadoras “All we Are” y “Hellbound”. No nos equivocamos al asegurar que fue el concierto del día, los allí presentes completamente hechizados estuvimos completamente entregados a la descarga que aconteció en tierras alicantinas pasada la medianoche.

Después de un parón Saratoga regresó este año a los escenarios con una formación compuesta por los miembros originales Niko del Hierro y Jero Ramiro, acompañados por Dani Perez y Tete Novoa. “Con mano Izquierda” y “Entre las Rejas”, del que quizás sea su mejor disco, “Agotarás”, daban comiendo al repaso a de su trayectoría sobre el escenario. Volverían a visitar este disco más adelante con “Las puertas del Celo” y la brutal “A Morir”. Tocaron temas antiguos como “Mi Ciudad” y más recientes como “No Sufriré jamás por Ti”, temas cañeros como “Ángel de Varro” o emotivos como “Si Amaneciera”.
Además, a mitad de actuación aprovecharon para anunciar que nueva música de Saratoga está en camino y a juzgar por el buen feeling que se sentía sobre las tablas, algo bueno vendrá. El concierto terminaba con un apoteósico “Perro Traidor” gracias a la labor de Jero.

Parar cerrar la noche del viernes teníamos otro solape complicado con dos de las bandas más interesantes del panorama nacional actual, por un lado Alquimia, en uno de los escenarios principales y Celtibeerian en el frontón. Al terminar Saratoga nos acercamos a ver a los de Alberto Rionda, pero por desgracia el sonido dejaba bastante que desear una vez más. Así que tras escuchar “El Lobo y el Arca” y nuestra querida “Xana” de Avalanch y ver que el sonido no mejoraba nos dirigimos al frontón, donde Celtibeerian tenían montada una fiesta increíble. No podemos tener más que buenas palabras para este grupo, que sin duda está llamado a pisar uno de los escenarios principales en futuras ediciones del festival, tienen una gran calidad como músicos y conectan mucho con el público (y no solo porque compartieran una bota de vino con nosotros jeje).


Crónica: Sorgintxo e Iribarren
Fotos: Sorgintxo & Sergio Blanco