Continuamos con el repaso a lo que dio de sí el festival Milagre Metaleiro, que tuvo lugar del veintitrés al veinticinco de agosto en Pindelo Dos Milagres (Portugal). Hoy nos centramos en la última jornada, la del domingo veinticinco de agosto, en la que disfrutamos de bandas como, Ambush, Skálmöld o Amorphis entre muchas otras.

 ¡No os perdáis esta crónica!

Crónica día 1

Crónica día 2

Llegamos con puntualidad a nuestra cita con los chicos de Henriette B, procedentes de Suiza se presentaban por primera vez en Portugal con el hándicap de tener que abrir el festival a las tres de la tarde. Lograron que poco a poco se fuera acercando más público al escenario, a pesar de que su metal core de corte moderno, no es el estilo más popular entre los asistentes al festival, pero seguro que tras su participación en el Milagre se llevaron algún nuevo seguidor.

Una de las sorpresas de la jornada la protgonizaron los suecos de Ambush, ofreciendo uno de los mejores conciertos de la jornada, con una actitud y una entrega arrolladoras. Heavy metal de aires retro, tanto en su estética como en lo acelerado y directo de sus temas. Comenzaron con “Firestorm” una tormenta de decibelios que atrapó a los incautos asistentes, que con sus pogos desafiaban al calor reinante. Trallazos como “Possessed by evil” o “Hellbiter” dejaron claro que la esencia del heavy metal nunca morirá mientras sigan surgiendo bandas como ellos. Se despidieron por primera vez después de poner a cantar a todo el mundo el estribillo de “Natural born killers” y volvieron para rematar la faena con “Don’t Shoot”, tras casi una hora repleta de tralla, seguramente una de las experiencias más parecidas a asistir a uno de los conciertos de Judas Priest de los ochenta.

Los siguientes en saltar a la palestra fueron Dark Oath, joven banda de death metal melódico procedente de Coimbra y liderada por la todopoderosa Sara Leitao, que ofreció una lección de actitud y saber estar sobre el escenario. De su primer trabajo “When fire engulfs the earth”, sonó unicamente “Land of ours”, ya que se centraron en su último trabajo “Ages of man”, repleto de buenos temas, aunque algunos problemas de sonido y las pistas pregrabadas les restaron brillantez.    

A continuación, turno para Glasya, otra banda portuguesa, pero con un estilo totalmente diferente, practican un metal sinfónico donde brilla con luz propia la voz de su vocalista, la soprano Eduarda Soeiro, muy en la línea de una de las reinas del género como es Tarja. Se centraron en su último trabajo de estudio “Attarghan” del que sonaron temas como “From enemy to hero”, “Battle for trust” o “Within the sandstorm”, como algunos de los más destacados. De su primer álbum sonó únicamente el tema que le da nombre, “Heaven´s demise”. El sonido fue brillante y acompañado de una buena puesta en escena, esto hizo que los seguidores de la banda que se agolparon en buen número frente al escenario disfrutaran plenamente del concierto.

Otra de las bandas que actuaban por primera vez en Portugal eran los brasileños The Troops Of Doom, que cuentan en sus filas con el ex Sepultura Jairo Guedz. Perfectamente uniformados, salieron arrolladores, con un potente y nítido sonido desgranaron varios trallazos de sus dos trabajos hasta la fecha “Antichrist reborn” y “A mass to the grotes”. El público se lo pasó en grande, no faltaron los pogos y los circle pitts, que levantaron desde el suelo una nube de polvo proporcional al entusiasmo del público. Tampoco faltaron los guiños al pasado de Jairo, sonando un par de versiones de los míticos Sepultura, estas fueron “Morbid visions” y “Troops of dooms” que fue con la que se despidieron dejando satisfecho al público portugués.

Turno ahora para una nueva dosis de thrash metal en estado puro, en esta ocasión procedente de Finlandia. No lo tenían fácil Prestige para mantener el nivel de intensidad generada por sus antecesores, aun así, gracias a su buen hacer sobre el escenario lograron ir haciéndose con el público a base de precisos y machacones riffs. El cuarteto sonó poderoso y engrasado, en el repertorio temas como “Force of my hate”, “Maggots” o “Punishment” que sirvieron para repasar su carrera y demostrar su poderío en vivo.

Una nueva banda y un nuevo cambio de registro, en esta ocasión el turno era para el viking-folk metal de Skálmöld. Los islandeses posaron sus pies descalzos sobre el escenario del Milagre cuando ya comenzaba a aflojar la intensidad del sol y se empezaba a estar bastante más cómodo. Presentaron su último trabajo “Ýdalir”, en el que fusionan el folk con el metal de una manera exquisita, sin duda una banda con personalidad propia que logró congregar a una buena cantidad de fans y curiosos frente al escenario principal que disfrutaron de su propuesta. El concierto les salió redondo, el sonido les acompaño y pudieron dejar un gran sabor de boca en tierras lusas.

Llegaba el turno para los únicos representantes españoles de la jornada, los míticos Tierra Santa. Los riojanos nunca fallan en sus presentaciones, lo que tienen sus conciertos de predecibles, lo tienen de fiables. Si te los encuentras sobre un escenario sabes que vas a disfrutar a tope, de temas como “Tierras de Leyenda”, “Indomable” o “Alas de fuego”. No importar el número de veces que los hayas visto con anterioridad, la experiencia siempre es positiva, a estas alturas de su carrera siempre se van a quedar temas que quieres escuchar en el tintero, pero eso es algo inevitable y más en un festival. Tierra Santa cumplieron una vez más con las expectativas y finalizaron su participación en el Milagre por todo lo alto, con dos himnos que no pueden faltar en sus conciertos, “Legendario” y “La canción del pirata”.

Llegaba el turno de uno de los platos fuertes del festival y cabezas indiscutibles de la jornada del domingo, Amorphis. La prueba evidente era el gran número de metaleros congregados para no perderse su actuación. Fueron fijando posiciones como viene siendo habitual con “Northwards” y “On the dark waters”, con la figura de Tomi Joutsen llevándose el protagonismo entre las sombras, bordando todos los registros que requieren los temas sin dificultad aparente y siempre perfectamente flanqueado por las hachas de Esa Holopainen y Tomi Koivusaari. Un concierto el de los finlandeses sin fisuras, que fue ganando en intensidad con cada tema y en el que la banda se encontró muy cómoda. Arropados por unos fieles totalmente entregados fueron en volandas hasta que llegó el momento de la despedida. Sonó entonces la icónica “House Of Sleep”, justo antes de cerrar definitivamente con “The Bee” una notable actuación.

Pero aún no estaba todo el pescado vendido en el Milagre Metaleiro, ni mucho menos, aún quedaba la actuación de Kissin’ Dynamite. Los alemanes lograron que la gente se sobrepusiera al lógico cansancio, tras tres intensas jornadas de festival, y se pusiera literalmente todo el mundo a botar. Con un show calculado al milímetro para el disfrute del personal, Johannes llevó en volandas a toda la banda, siempre animando al púbico y encendiendo aún más los ánimos con sus speechs entre canción y canción. Temas como “My monster”, “Sex is war” o “Love me, hate me” animaron un concierto que no decayó en ningún momento, seguro que con el sabor de boca que dejaron no pasan otros doce años para que regresen a Portugal.

Para echar el cierre definitivo al festival por este año, aún restaba la actuación de los portugueses Serrabulho, una banda incalificable que se marcó una fiesta con unos niveles de diversión, sentido del humor y desfase indescriptibles. De esta divertida forma se cerró la brillante decimoquinta edición del festival Milagre Metaleiro. Nos retiramos cansados pero satisfechos por haber podido dar cobertura a todas las bandas del festival. Para finalizar nos gustaría felicitar a la organización y agradecerles el trato recibido. 

Crónica: Miriam Agra y NachoGS

Fotos: Nacho GS

• #Milagre Metaleiro