Hace ya un tiempo que el "Planet of the Rapes" de Riot of Violence vio la luz, tras la escucha de medios el pasado mes de septiembre y una posterior entrevista, nuestro redactor Fernando Acero nos trae hoy su análisis del álbum.

¡No te pierdas esta review!

 

Recuerdo con cierta nostalgia ya mis inicios por estos lares. Es difícil que olvide la primera labor que se me encargó como novato: la cobertura de la escucha de medios ofrecida por los catalanes Riot Of Violence para presentar su nuevo álbum, Planet Of The Rapes. Ante tal imponente escucha, intenté estar al nivel. Y puedo reconocer que fue fácil perderse entre esa pesada avalancha de riffs técnicos que tuve el honor de escuchar junto a otros colegas del gremio.

A día de hoy, esos riffs no se quitan ni con lejía de mi mente. Este segundo trabajo de estudio lanzado en octubre de 2013 es una magistral demostración de death metal técnico – o deathcore, para quien lo prefiera – a la altura de los grandes profesionales que componen este conjunto iniciado en 2006 bajo las influencias de los grandes del death sueco de At The Gates, entre otros grandes del metal extremo. A día de hoy, las comparaciones son completamente absurdas. No soy capaz de encontrar, por mucho que busque, un equivalente sonoro a Riot Of Violence: su sello cualitativo es inconfundible, único.

Planet Of The Rapes se abre con “Nothing To Die For”. Un título que supone una verdadera declaración de intenciones y de ideología. Más allá de un brillante trabajo lírico que puede encontrarse en todos los temas del CD, el muro sonoro que constituye este tema resulta impresionante: influencias thrash con una intuitiva evolución en la que las melodías pasan a un segundo plano en favor de un frenesí rítmico que no abandona su constancia en sus diversos cambios de compás y tempo. La sobriedad con la que resuelven un tema de death metal como este resulta verdaderamente impresionante. La agresividad de sus temas no llega a alcanzar la demencia en ningún por ello. Y creo que el verdadero encanto de la banda reside en esa fórmula: no existe el concepto de clímax en sus temas. Pero la inexistencia de este contribuye a la aparición de unos complejos desarrollos rítmicos y estructurales que les dotan de ese toque mágico que les convierte en unos de los conjuntos mejor capacitados para este estilo en todo el metal hispano.

No podemos olvidar, por otro lado, el descomunal trabajo vocal realizado por Joan Torres, rebosante de influencias grindcore. “Graves Of Our Dead” es un buen ejemplo de ello, haciendo gala de un variado abanico de registros death que literalmente podrían hacer estallar el cráneo de más de uno gracias al apoyo de unas virtuosas guitarras que en ningún momento se embarcan en innecesarios viajes melódicos. Lo justo y lo necesario basta a estos músicos para crear temas profundos y repletos de matices.

El álbum se construye a un buen nivel por diversos factores. Más allá de la calidad de sus composiciones, es por la lógica pragmática con la que se estructura: el discurso en constante y breve, pero en esa brevedad mantiene una tensión adecuada gracias al meditado reparto de los temas claves entre el inicio, el desarrollo y el final del álbum. Bien pensando que un estilo de este tipo puede ser cargante, sus 45 minutos resultan amenos y de fácil digestión.

El homónimo “Planet Of The Rapes” supone un interesante punto de melodicismo entre la nube de metralla que suponen el resto de temas; así pues, es un magnifico predecesor para los dos temas que constituyen el núcleo duro del LP: “I Am The Battlefield” y su single “March Of The Squealers”. El primero, tras una acertada grabación de radio de contenido nihilista, se presenta como uno de los puntos más agónicos de todo el álbum; el segundo, por paradójico que resulte siendo un death tan técnico, es el tema accesible de Planet Of The Rapes, situado en una perfecta estrategia en el ecuador de éste. Su perfecto equilibrio entre death metal melódico y death metal técnico supone la perfecta síntesis de todos los elementos relevantes de este trabajo; por tanto no es extraño afirmar que su elección como single es la más acertada con diferencia.

La concatenación de “Transhuman Dystopia”, “Fuck It All” y “Reduced Entropy Failure” nos llevan al final del álbum nos llevan al todopoderoso “For Sound I Shall Become”, el tema más extenso del CD. En sus seis minutos y medio de duración se realiza un despliegue de potencia que sin necesidad de tempos exageradamente altos muestra un virtuosismo que resquebraja todos los esquemas de lo que pudiésemos entender por death metal melódico. Sus desarrollos compositivos denotan una especial sensibilidad en los tratamientos de las guitarras y el bajo, mostrando que fuera de ser un estilo agresivo y sucio como tantas veces se pretende, puede esconder una tremenda emotividad bajo capas y capas de distorsión.

Planet Of The Rapes es un álbum que funciona con la mayor de las perfecciones que uno pudiese anhelar. Contundente, rotundo, preciso y personal, conjuga todas las sensaciones que se esperan de un trabajo de este estilo y consigue ir un paso más allá, en una maravillosa miscelánea de riffs y amalgamas rítmicas que rozan lo sublime. Riot Of Violence es una apuesta segura sobre el metal extremo nacional y ese puesto queda más que afianzado con este lanzamiento

.

Tracklist:

1 - Nothing To Die For
2 - Graves Of Our Dead
3 - Planet Of The Rapes
4 - I Am The Battlefield
5 - March Of The Squealers
6 - Transhuman Dystopia
7 - Fuck It All
8 - Reduced Entropy Failure
9 - For Sound I Shall Become

 

Riot Of Violence son:

Joan Torres: Voz principal
Charlie Pérez: Guitarra
Rubén Ruiz “Cone”: Guitarra
Abel Valdelvira: Bajo
Eduard Grima: Batería

 

Nota: 9,5/10

Review por Fernando Acero