La banda madrileña Jamones promete en su disco homónimo un rock urbano con influencias grunge y thrash, un sonido que ellos mismos denominan “Rock Jamonero”. Miriam analiza hoy este disco para catar ese estilo tan peculiar.

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Las autodenominaciones no son lo más acertado, ya es probable que acabes haciendo una música completamente diferente a cómo la defines. Jamones salta al vacío con su primer trabajo homónimo, el que autodefinen como rock urbano con influencias grunge y thrash.

El tema encargado de abrir el disco es “Kriptonita”, con un ritmo estable pero nada alejado de la norma, nada especialmente adictivo, sino demasiado visto en el panorama actual, aunque con unos bonitos sonidos de guitarra. “Alma de fuego”, presenta una melodía con más contundencia, pero sin diferenciarse exageradamente de lo anterior.

La crítica es la protagonista de “Terrorismo empresarial”, como no podía ser de otra manera. Un inicio potente de guitarra y batería dan paso a un buen tema y a un estribillo digno de ser gritado en un directo de la banda. “Dulce María” regala, al fin, el género musical que ellos prometen. Una canción pegadiza también creada para el concierto.

Parece que con “Lobo” se inaugura el periodo de baladas, con un inicio melódico pausado en el que parece que la voz se emplasta más que encajar. No obstante, las apariencias en gañan y un ritmo con sabor a Los Suaves aumenta la cadencia del tema. “Junto a ti” sigue esta tónica, quedándose en una balada un poco básica que intercala periodos de mayor agilidad.

“Nada que apostar” retoma el sonido del principio del álbum, sin ofrecer nada nuevo que consiga convencer del todo, con demasiada repetición de estrofas que se rompen en un frenético final que se debería haber introducido desde el minuto cero. Los más de cinco minutos y medio de duración que tiene “Yo estoy contigo” dejan espacio, sí, para recitales poéticos iniciales, pero también podrían haber dado para crear cosas nuevas, en vez de repetir sonidos.

La calma se hace aún mayor con la llegada de “Cielo gris”, un lamento hecho canción que, sí, posee una letra bonita pero, como hemos venido diciendo hasta ahora, no ofrece absolutamente nada nuevo que sorprenda a quienes hemos llegado hasta el final del disco esperando un golpe que, por suerte, en “Reflejos de mi libertad” parece hacerse presente en algunas partes.

En definitiva, Jamones nos regala un disco que no llega a merecerse las tres jotas. Un disco monótono y ligeramente aburrido que logra un aprobado raspado. Como decía antes, no se puede prometer un género que después no logras cumplir.

Tracklist:

1. Kriptonita
2. Alma de fuego
3. Terrorismo empresarial
4. Dulce María
5. Lobo
6. Junto a ti
7. Nada que apostar
8. Yo estoy contigo
9. Cielo gris
10. Reflejos de mi libertad

Jamones son:

Israel Pina: Voz, guitarra acústica, armónica y flauta
Javier Díaz: Bajo
Darío Yunta: Guitarra
Miguel Ángel del Pino: Guitarra
José Miguel Gómez: Batería

Nota: 5/10

Review realizada por Miriam