El death metal holandés se apodera hoy de nuestro "Disco de la Semana" de la mano de Nui y su análisis de "Versus I", el último disco de The Monolith Deathcult.

¿Aún no lo has escuchado?

 

 

Si hay algo de Holanda que me pareció extraordinario es, sin duda, la existencia de la banda Carach Angren, uno de mis grupos favoritos por antonomasia, con su capacidad de recrear con precisión un ambiente de pavor. Parecían irrepetibles, y lo cierto es que en el black metal no he encontrado nada igual; sin embargo, en el death metal existe otro trío de músicos asombrosos que llevan a cabo este estilo de música, los llamados The Monolith Deathcult, capaces de impactarnos con esos aires de grandeza, y su último álbum, “Versus 1” no pasa desapercibido de ninguna manera.

Lo extraño y dantesco comienza con “Hal Sinden´s Radio Dramas”, una introducción decorada con las nimiedades sonoras de un televidente simple y vulgar. Eructos, flatulencias, el noticiero sonando de fondo, los intentos de abrir una bolsa de plástico repleta de alguna porquería frita.

Con rabia desenfrenada, “The Furious Gods” hace gala de una manifestación sinfónica e industrializada del death metal, una traviesa presentación que comprende el canto coral de niños acompañada por composición que simula un caos casi apocalíptico.

Pero la extravagancia del álbum es singular no por sus recursos empleados, que también, sino por su insistencia en no acercarse al tono y a la normativa habitual del death. La ambientación que puebla cada tema enfatiza un contexto de desastre, de alarma y preocupación por eventos que están fuera del control humano. Un elemento recurrente que utilizan magistralmente es la sonoridad alienígena que tanto sirvió de base terrorífico en el cine clásico sobre extraterrestres y abducciones, la simulación del theremín en todo su esplendor.

Esta connotación por lo alien ya fue explotada previamente por los músicos dethcoretas de Rings of Saturn, pero mientras que ellos lo muestran como un fetiche personal, en “Versus 1” su eso está destinado para provocar temor, una sensación que se potencia con el coro femenino fantasmal que con alaridos etéreos resuenan en un segundo plazo.

También se incrustan diversos fragmentos informativos, voces serenas advirtiendo sobre ciertos fenómenos, todo en clave atmosférica, procurando una escenificación hollywoodiense. Una oscuridad implícita de la que el álbum se regodea, todas esas referencias hacia los nazis, armas provenientes del espacio insólito, culto a dioses más que cuestionables, la decadencia de la humanidad convertida en monstruosidad. No hay nada en las letras que no signo a ser analizado y revisado, disfrutando de la dialéctica catastrófica.

Entre otra de sus virtudes cabe destacar el despliegue de solos que se divierten produciendo notas a mansalva, pasajes de originalidad avalada con una producción muy limpia, sin olvidarnos de toda la parafernalia electrónica (industrial en algunos momentos) que embellece el conjunto cargándolo de matices.

Un trabajo muy pulido, provocador y equilibrado. Apoteósico de manera global y muy distinto a lo que se puede encontrar dentro del estilo. De lo mejorcito que se pueda escuchar ahora.

 

Tracklist:

  1. Hal Sinden´s Radio Dramas
  2. The Furious Gods
  3. Die Glocke
  4. Seven Months of Mysticum
  5. Uchronian March of the Deathcults
  6. This Inhuman Place Makes Human Monsters
  7. From the Stalinic Perspective

 

The Monolith Deathcult son:

Michiel Dekker – Guitarras, voces, percusión, samples, composición, letras
Carsten Altena – Guitarra líder, samples, percusión
Robin Kok – Voces, bajo, samples, letras

 

Nota: 8.5/10

Review realizada por Nui