“Ruins of a Riot” es el más reciente disco de Nicke Borg lejos de los aclamados Backyard Babies. Un álbum compuesto por diez temas que hoy Morly nos analiza.

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Todo un desconocido para mí, Nicke Borg es el vocalista y líder de una de las bandas nórdicas más importantes en la escena punk-rock de los últimos años, los Backyard Babies. Una banda con más de 20 años de historia, que publicó su último disco homónimo en el año 2008.

Parece ser que el señor Borg es un músico bastante inquieto y, aprovechando el largo parón de su banda madre, comenzó una carrera en solitario que empezó en el año 2010, con un E.P. llamado Chapter . Tan solo un año después publica dos discos, en solitario edita Leaving Home, todo un éxito; y el primer larga duración como Nicke Borg Homeland, Chapter 2.

Ahora nos presenta este “Ruins of a riot”, un disco que ha tardado más de un año en dar el salto internacional, ya que fue publicado inicialmente en Suecia en 2013. Un trabajo producido y mezclado en su Suecia natal por Mats Valentin, que además es guitarrista y compositor de los temas, junto al propio Borg y a la novia de este último, Jojo Borg Larsson, que se encarga de las letras.

Destaca la producción del trabajo, con un sonido final muy bien conseguido, sobretodo en guitarras y batería. Es un disco muy directo y corto, para mí gusto demasiado corto, ya que está dividido en 10 temas que apenas alcanzan los 36 minutos de duración y donde las melodías pegadizas, son las grandes y buscadas protagonistas.

Comienza el disco con “This army”, y aunque su inicio es muy prometedor; con un potente riff de guitarra y un fantástico trabajo de batería, cuando aparece la voz de Nicke todo cambia. Es una voz bastante peculiar, para mí gusto demasiado aguda, y sin fuerza; lo que hace que el tema pierda potencia, y si a esto además le sumas un estribillo comercial, te queda un tema de Pop-Rock y la sensación de que el corte podría haber dado mucho más con otro cantante.

“Makin' out with chaos” es el primer single del disco; la poca fuerza que tenía el principio aquí ya está desaparecida, así es que nos encontramos con un tema demasiado comercial, con una melodía muy facilona y pegadiza, pero más propia de grupos para adolescentes.

A la tercera va la vencida, y es con “Midsummer mad” cuando empiezo a disfrutar del disco. Un corte que muy bien hubieran firmado los mismísimos Velvet Revolver, un corte muy macarra y donde vuelven tanto la fuerza en las guitarras como el buen trabajo tras los parches. Así, sí.

Como segundo single han escogido “End of the rainbow”, una balada que comienza con arpegios de guitarra sobre la que va destacando una preciosa melodía vocal, un terreno donde personalmente creo que mejor se desenvuelve la voz de Nicke.

La última carta de presentación que han grabado hasta la fecha es “Borrowed feathers”. Mi favorita del disco, y seguramente esto sea porque es un corte que bebe muy mucho de aquel maravilloso Human Clay, que grabaron en 1999 Mark Tremonti y sus Creed. Temazo.

“Out of line” aumenta la intensidad y las revoluciones en un principio, pero de nuevo, cuando aparece la melodía vocal toda la fuerza se evapora. Como en el resto del disco, los solos de guitarra brillan por su ausencia.

Con un inicio que a más de uno le recordará a los U2 más rockeros empieza “Revolution”, otro corte que ni siquiera llega a 3 minutos, y que lo único que busca es la melodía fácil y pegadiza. Más de los mismo.

Caminan sobre una línea tan fina entre en el Rock y el Pop que no es de extrañar que en ciertos momentos del disco, como ocurre en “Heartless hooligan” la crucen y suenen directamente a bandas de radiofórmulas. En este caso a mí me vienen a la cabeza bandas como Blur o incluso R.E.M.

Llegando al final, sabiendo que el rock duro ni está ni se le espera, el homónimo “Ruins of a riot”, nos da la sensación de ya escuchado. Poca originalidad y, lo peor de todo, es la impresión de que esta clase de temas parece que les salen como churros.

Cierran el disco con “Devil angel mother”, una especie de marcha militar que al menos, esta vez sí; aporta frescura y algo de originalidad. Aunque esto no sea suficiente como para remontar el vuelo.

Hasta aquí este nuevo disco de un músico que en los países nórdicos será un ídolo de masas, pero que a mí personalmente me ha decepcionado bastante. Una muy buena producción, algún detallito de guitarras notable y un muy buen trabajo de batería se ven eclipsados por una voz que sólo destaca en las partes más lentas y melódicas; y una insistencia, creo que errónea, en buscar el estribillo pegadizo.

Me queda la sensación de que había buenas ideas, pero que su falta de ambición y su exceso de comercialidad, dan como resultado que un disco que ni siquiera llega a los 40 minutos, se acabe haciendo largo. Y eso, es precisamente lo que me ha pasado a mí. Mes esperaba más, mucho más.

Se puede oir, sí. Pero se escucha y se olvida.

 

Tracklist:

1 – This army
2 – Makin' out with chaos
3 – Midsummer mad
4 – End of the rainbow
5 – Borrowed feathers
6 – Out of line
7 – Revolution
8 – Heartless hooligan
9 – Ruins of a riot
10 – Devil angel mother

 

Nota: 5/10

Review realizada por Morly