Kaleidoscope es el último trabajo de Transatlantic, el cual vio la luz a finales de enero de este año. Si todavía no lo has tenido el placer de escucharlo, esta noche Teseo nos trae la review del disco.

¡No te la pierdas!

 

Cuando el talento desborda el vaso, es difícil esperar un trabajo decente, regular, común. Lo normal es que esa calidad se acabe plasmando en trabajos increíbles, en obras que van más allá de un buen trabajo, más allá de lo satisfactorio. Cuando Portnoy y Morse decidieron crear Transatlantic, cabía esperar algo asombroso. “The Whirl wind” (2009) consiguió hacerse un hueco entre los álbumes top del rock progresivo; ahora, después de cuatro años sin nuevos temas, han pulido la maquinaria creativa para presentar “Kaleidoscope. Sólo la portada, de bellísima factura, ya invita a una experiencia totalmente caleidoscópica.

Como una preciosa mañana primaveral en el campo se abre “Into The Blue”, absolutamente orgásmica, llena de cambios imprevistos y variaciones de lo más singulares. Temazo en mayúsculas para abrir los oídos, la mente y el alma. De la delicadeza y la dulzura al rock más duro y progresivo en un abrir y cerrar de ojos. El trabajo compositivo es abrumador, y la ejecución no podía estar más acertada. Podría describir durante 5 hojas el tema, pero nada mejor que vosotros mismos lo gocéis. Disfrutad de estos 25 minutos de canción que pasan como si fuesen 4.

“Shine” sigue la senda de la calma, siendo además el tema escogido para la grabación del videoclip. Transmite un buen rollo y un sosiego tranquilizador, mucho más pegadiza y con unas voces preciosas. El estribillo es casi vicioso y es imposible dejar de tararearlo. Aunque menos trabajada que la anterior, su buen rollo y el tono más sencillo y pegadizo le da un valor especial. Preciosa canción que levanta el ánimo, y hace que esas acústicas y la voz de Neal Morse te saquen una lagrimita.

El relevo lo toma “Black As The Sky”, que pese a ser menos pegadiza y menos “corriente”, es una delicia compositiva. Primero, por lo atrevido de las melodías y de los instrumentos utilizados (unos sintetizadores muy artificiales). ¡Ojo a los gamers, aunque en algunos momentos parece que estéis escuchando la banda sonora de Sonic, no es así! Sólo por lo innovador, merece una mención especial. Hay que ser valiente para hacer algo tan diferente, y hay que ser bueno para que además suene cojonudamente.

“Beyond The Sun” es la pista de menos duración, pero el talento que exhala es tan grandioso como el resto de temas. La melodía parece inducirte a un estado de paz, donde la brisa marina te acaricia el rostro y el único sonido es un breve susurro del mar en calma. La voz de Neal es la mejor acompañante posible para esa sensación tan idílica. La utilización del piano y cellos redondean un tema de por sí exquisito.

Para cerrar el telón de una obra magistral, salta a escena “Kaleidoscope”, quien da título al álbum. Los actores principales son unos riffs que rompen cualquier molde, unos arreglos y unos teclados fuera de una línea melódica habitual. Juegan a trastocar todas las bases de escalas que puedan existir y le dan una vuelta de tuerca a eso que llamamos “crear música”. Extraño tema que mezcla el progresivo, el alternativo, lo experimental y toques de rock psicodélico, siempre enfocado en una receta del buen rollo que desprenden todas las líneas musicales del disco. Es el tema que menos me transmite, que se acerca más al pop incluso recordando a Michael Jackson, pero sin duda el tema en el que más han puesto la mano en el fuego. Atrevidos hasta en el cierre.

Un álbum conceptual, innovador y atrevido, donde han dado rienda suelta a la imaginación más lúcida y la han combinado con eso a lo que muchos llamamos calidad, y otros llamamos talento. Es difícil intentar compararlo con su anterior “The Whirl Wind” puesto que ése ya pasó al olimpo de los álbumes del prog, pero sin duda han ido un paso más allá de la retrospección del individuo y han conseguido una criatura extraña, puede que incomprendida, pero sin duda exquisita y llena de calidad y de detalles. A resaltar, el increíble dúo de voces que juegan Neal Morse y RoineStolt, la percusión al dedillo de Portnoy y la currada compositiva. Chapeau para estos hombres que pese a su madurez, demuestran una frescura envidiable.

 

Transatlantic son:

Neal Morse – voz, guitarra, teclados
RoineStolt – voz, guitarra
Pete Trewavas – bajo, coros
Mike Portnoy – batería, coros

 

Tracklist:

1 – Into The Blue
2 – Shine
3 – Black As The Sky
4 – Beyond The Sun
5 – Kaleidoscope

 

Nota: 8,5/10

Review realizada por Teseo